Tiger Woods se ha despedido de la 88º edición del Masters de Agusta con un sobresaliente. Ha superado el corte en uno de los torneos más complicados del mundo, con dos días de un viento terrible, el viernes y el sábado, con dos excelentes jornadas para terminar con +1 tras los primeros 36 hoyos y con la sensación que ha vencido en un campo extremadamente duro a sus lesiones, sobre todo en el pie y el tobillo derechos para dar una lección de pundonor y amor pòr este deporte.
Después habrá que hablar del marketing y los vendemostos que hablaban, él incluído, de poder soñar con ganar el Masters, pero la realidad que en el fondo de su corazón él no iba a jugar a Augusta a pasar el corte como objetivo sino de verdad a luchar por la Chaqueta Verde.
Su día más duro fue ayer donde firmó un +10 que intentará borrar de su mente lo más rápuido posible. Hoy terminó algo mejor con una vuelta de 77 golpes con un birdie, tres bogeys y un triple bogey en el hoyo 5 que le dejan con un total de +16 en la última posición de los que han pasado el corte y ojalá que con ganas de jugar pronto un nuevo torneo, aunque visto lo visto esperemos que a Tiger le queden ganas para volver a salir a un campo de golf a luchar por las victorias, aunque luego el marcador y la dura realidad del golf digan otra cosa.