Es un Masters atípico y extremadamente interesante. Como espectador, me remonto a ese 2007 y la victoria de Zach Johnson (quien también fue protagonista hoy, con ese insulto en el hoyo 12. Pareció ser dirigido a los típicos “patrons”, pero el ex campeón lo desmintió y explicó que el comentario soez fue hacia él mismo, aunque nos quedan muchas dudas. Ahora bien, hay que sumar una complejidad adicional: la imprevisibilidad de las ráfagas de viento. Por lo tanto, correspondía armarse de paciencia y de coraje.
En primer lugar, al entrar a desarrollar la situación de nuestros representantes, quiero hablar del mexicano Santiago de la Fuente. Y aprovecho para hacer una aclaración, ante las preguntas que he recibido. No lo incluí en mi análisis anterior porque creo que el joven de Ocotlán merece un trato especial. Es que, para quienes no me conocen, sostengo que la etapa del amateurismo debe enfocarse principalmente en adquirir conocimientos y nuevas experiencias. Para colmo, el golf juvenil latino todavía está algunos pasos por detrás del golf juvenil europeo, el golf juvenil asiático/oceánico y el golf juvenil americano. Ahora bien, De La Fuente mostró una buena convicción en seguir un plan de juego. Y arrancó el torneo bajo par, hasta que llegó el segundo tiro del hoyo 13 (terminó en el agua) y perdió su confianza. Posteriormente, la excepcionalidad de este viernes superó a todas sus herramientas para combatir la situación. No pasó el corte, pero nuestro protagonista reconoce que se lleva grandes aprendizajes para cuando arranque su etapa profesional. Eso es lo que más importa.
Por otro lado, ¿nos queda algún término para definir a Camilo Villegas? Nos agotó nuestro diccionario. Piensen que no estaba pasando por su mejor momento. Encima enfrentó dolores en la espalda, teniendo que afrontar la frustración que eso genera en el campo. Y de hecho pensó que sus errores en los últimos 9 hoyos de este viernes le costarían caro (en especial, el doble bogey del hoyo 14), terminando para un +5 en el tablero (T-44). No fue así. La jornada tomó tintes extremos y el oriundo de Medellín ya había terminado. Además, los scores subían indefectiblemente, haciendo que el corte llegue a +6 y su balsa llegue a flote. Se merecía estar en este fin de semana y tendrá el lujo de compartir salida con un Rory McIlroy que otra vez queda rezagado aquí.
En otro orden de cosas, hoy pudimos confirmar que el chileno Joaco Niemann es el que dispone de mejor actualidad. Él se moría por estar acá y lo ha demostrado. Sin embargo, Niemann también tuvo que convivir con la frustración de no pegar bien, en unos últimos 9 hoyos para el olvido. No obstante, el birdie del hoyo 18 le brindó una nueva dosis de aire fresco para lo que queda. A su vez, él mismo sostiene que hay mucho conocimiento por seguir incorporando, expresando que a le interesaba tener chances más concretas de ganar. E irá por todo. ¿Hasta dónde llegará? Se encuentra T-35 (+4) y mañana saldrá con el australiano Min Woo Lee.
Por último, no se crean que para mí sea grato decir que Emiliano Grillo quedó último. Es verdad que el chaqueño fue uno de los más afectados por las complicaciones climáticas. El tema es que también fue una sombra de lo que le vimos en Colonial, por mitad del 2023. Y hay una tendencia que debería ser examinada con mayor énfasis: su actitud y su lenguaje corporal negativo, ante momentos en donde las circunstancias adversas lo abruman. Encima, su juego desde el tee y su juego alrededor del green fueron 2 variables que le trajeron bastantes problemas. Por lo tanto, si le sumamos la cantidad de años que tuvo que esperar para volver al Augusta National Golf Club (desde 2019 que no estaba), la combinación descripta fue letal para sus aspiraciones. El primer corte fallado del año, en el momento menos indicado.
El viento agrupa las obligaciones. Esto pasó en el Masters. Niemann y Villegas fueron los que reaccionaron mejor y por eso están en un fin de semana que promete seguir aumentando la intensidad.