Si ayer el castellonense Sergio García -ganador del Masters de Augusta en 2019- firmó una de sus vueltas más movidas en los 25 Masters que ha jugado, hoy las cosas, cuando menos comenzaron más tranquilas para el de Borriol que, tras una ronda muy irregular ayer, hoy buscaba más nomalidad y tranquilidad en su juego para mantenerse en los guarismos que le dejarían entre los 50 primeros más empatados.
Entre los objetivos de Sergio hoy estaba el no cometer errores que le cargaran su tarjeta con golpes que luego podrían costar mucho de recuperar. Así el de Borriol empezó muy tranquilo con seis pares en los seis primeros hoyos, sin grandes oportunidades de birdie, pero tampoco con fallos que le acercaran a un bogey que no quería tener en su tarjeta.
Sus nueve primeros hoyos, tras esos seis primeros pares terminaron con su primer bogey del día en el 7 y dos pares más al 8 y al 9 para acabar con +1 esa primera parte de la segunda vuelta y un +2 al total que tenía que intentar mejorar cuanto antes.
En la segunda parte de su vuelta las cosas no mejoraron nada. Tras el par en el 10 llegaron dos bogeys más en el 11 y el 12 que le colocaban con +4 fuera de un corte que entonces estaba en +3. Con el paso de los hoyos el límite para el fin de semana fue aumentando para pasar al +4 y hacer soñar a algunos que con +5 podrían entrar. Sergio necesitaba birdies y el primero de la segunda vuelta llegaba en el 13 para colocar su marcador en un +3 algo más ilusionante, pero el +4 volvía a la cartulina de Sergio en el 15 con el cuarto bogey del día para terminar al 16 y 17 con dos bogeys más que le dejaban con +5 y con la obligación de no hacer bogey en el 18 si quería jugar el fin de semana y no esperar un milagro que metiera a los +6 en el corte.
Pero en el 18 y tras una buena salida, un doble bogey que le dejaba con +7 y con una vuelta a casa antes de lo previsto tras una semana anterior en la que parecía que con su juego podría optar a mucho más en esta edición del Masters.