Nunca antes un español ha ganado en años consecutivos la chaqueta verde, este es el tipo de estadística que motiva a Jon Rahm. Ha llegado su momento, el de su reivindicación. Hasta ahora no ha sido el mejor arranque de año del jugador de Barrika, cinco semanas de competición en el LIV Golf, cinco top-tens, ninguna victoria. No hay ningún análisis claro, ni racional, teniendo en contexto el comienzo de año 2023 donde a estas alturas acumulaba sus cuatro victorias, tampoco lo hay para descifrar porque el resto del año fue en blanco. Simplemente esto es golf. Aunque soy de los que creo que de alguna forma lo que sucede fuera de las cuerdas te marca y afecta a tu palmarés.
Jon comenzó a negociar con el LIV Golf mucho antes de lo que nos imáginábamos, y probablemente el de Barrika compitió en sus últimos torneos del año con la losa del secreto, la bomba H, que sabía, terminaría dinamitando el golf ¿Le afectó esta circunstancia a su rendimiento en el tramo final de 2023?. Yo creo que si. ¿Hay causa-efecto que explique la sequía de Rahm en su nueva etapa?, no debería, pero a medida que transcurre la temporada, tengo la sensación de que Jon no está todo lo cómodo que esperaba en su nuevo destino.
No se si tiene que ver con los 54 hoyos, o con la falta de acuerdo a estas alturas, las declaraciones de 'Rahmbo' cuando habla del PGA Tour, suenan a las de aquel novio nostálgico que la lió con su ex y busca constantemente el perdón y una reconciliación futura.
Independientemente de las dos victorias de Legion XIII o lo que esté por llegar, Rahmbo sabe que este año tiene cuatro cartuchos, cuatro majors para cerrar bocas, el primero, comienza para Rahm en unas pocas horas. FInalizó la camaraderia de la cena de campeones, un recuerdo que guardará siempre en su mente, comienza el Masters de Augusta.