Después de su victoria en el Masters de Augusta, Jon Rahm había prometido jugar el RBC Heritage, pero tras ganar la Chaqueta Verde su cansancio le hizo pensar en no acudir a un tornero en el que ya se había apuntado.
"La gente paga por verme, así que voy a ir a jugar y dicho y hecho. Terminó décimo quinto y lo que es más importante: una vez más cumplió su palabra.