No podía haber terminado mejor esta "jornada del movimiento" del Acciona Open de España que se celebra en el Club de Campo Villa de Madrid con el protagonismo rutilante de una estrella del golf mundial como es Jon Rahm que en su momento prometió que "siempre vendría al Open de España" y sigue fiel a su promesa.
El de Barrika, que hoy terminó con una vuelta de 65 golpes, uno más que el jueves y tres menos que el viernes, encabeza la clasificación en solitario con un golpe de ventaja sobre el australiano Min Woo Lee que será este domingo su máximo rival en el campo.
Y es que el enfervorizado público, que convierte en multitudinaria romería cada una de sus actuaciones en el Club de Campo Villa de Madrid, asiste atento desde el jueves con la intención de vivir una experiencia única, el reto reservado a aquellos pocos golfistas que dotan a sus acciones de connotaciones históricas.
“Yo estuve allí cuando Jon Rahm igualó el récord de Severiano Ballesteros”, ansían incorporar a sus experiencias personales este domingo los centenares y centenares de aficionados que siguen las evoluciones del jugador vasco como auténticos actos de fe.
Y Jon Rahm lo tiene a tiro, como reconoció con la serenidad que le caracteriza tras entregar una tarjeta de 65 golpes y situarse en la primera posición a 18 hoyos de la conclusión, afrontando sin eludir un ápice los objetivos más grandilocuentes posibles que surgen a su paso. Cosas de verdadero campeón.
Antes, en el hoyo 5, el amateur madrileño Luis Masaveu alcanzó el coliderato gracias al empuje de su descarada forma de afrontar el torneo, dispuesto asimismo a igualar unos registros -triunfos de los amateurs Mario González en 1947 y del Conde Lamaze en 1955- generados cuando el golf era otra cosa.
“Me quedo con que he aprendido mucho, pero la verdad es que no estoy contento. Después de cómo había empezado y con lo bien que estaba jugando, creo que podía haber hecho muchas menos. Desde el fallo en ese putt corto en el hoyo 6 me he descontrolado un poco, y eso es algo que me servirá para aprender. Luego me he controlado más y he terminado con birdie.
El ver la pizarra y saber que era líder sólo ha servido para pensar que tenía que hacer más birdies aún. Me he sentido muy cómodo con Sebas (García) y Alfredo (García Heredia), y qué voy a decir del público; me ha apoyado mucho desde el principio”.
Masaveu, a sus 20 años, despojado de la tensión de hacer las cosas bien entre los mejores profesionales y superar al menos el corte, ha elevado la categoría de sus objetivos a base de rondas sobresalientes, un chute de confianza que eclosionó con toda su virulencia cuando accedió al citado coliderato después de rubricar cuatro birdies en los cinco primeros hoyos. Luego, el mal de altura se instaló en su seno, cuando una serie de errores le hicieron retroceder a una decimoctava posición en cualquier caso admirable.
Los focos de los aficionados, de inmediato, volvieron a centrarse en exclusiva en el exitoso discurrir de Jon Rahm por el campo, un goteo sereno, continuo y oportuno de aciertos que le instalaron en el coliderato en el hoyo 12 y en el liderato en solitario en el 14. Antes, por el camino, le arañó golpes al campo en el 4, en el 7, en el 11, en el 12… y en el 14, una cadena de aciertos digna del mejor orfebre al que todavía le restaba recibir su último eslabón.
Y es que restaba la recta final, en dura pugna con el australiano Min Woo Lee, dispuesto desde el jueves a adherirse cual ventosa a la parte alta de la clasificación a base de continuos aciertos. Avalado por dos triunfos en el DP World Tour cosechados en 2020 y 2021, Min Woo Lee ambiciona incorporarse al listado de ganadores del Open de España al igual que Louis De Hager, Marc Warren, Eddie Pepperell, Matthieu Pavon, Kiradech Aphibarnrat y Stephen Gallacher, un amplísimo grupo de terceros clasificados a tres golpes a quienes no conviene perder de vista.
Pero da la sensación que para el actual número seis del mundo no hay límite en este torneo. Con dos victorias en sus alforjas en el Open de España, Rahm quiere la tercera y quiere igualar al gran Severiano Ballesteros que consiguió su último titulo en este mismo campo en 1995.
Hoy Rahm entregó una tarjeta con dos birdies en los nueve primeros hoyos, en el 4 y el 7 para cerrar su actuación con otros cuatro más en los nueve segundos. Un seis bajo par que le deja en clara situación para encarar un domingo que puede ser una fiesta en un Club de Campo Villa de Madrid engalanado para la ocasión, vestido de gala y que espera que mañana la fiesta sea completa con la victoria de Jon Rahm por tercera vez.