El guipuzcoano José María Olazábal ha comenzado su participación en esta octogésimo sexta edición del Masters de Augusta, que ganó en las ediciones de 1994 y 1999 con una ronda de cinco sobre par y 77 impactos que le van a exigir mucho mañana para poder pasar el corte.
El donostierra empezó muy bien, con birdie al 1 y con toda la ilusión del mundo para intentar como primer objetivo pasar el corte el viernes, pero enseguida llegaron los problemas para él en un recorrido muy exigente. Tras ese primer birdie en el 1, Chema firmó bogeys en el 2, 4 y 5 y un doble bogeu en el 6 que le dejaban con cinco sobrte par y tres hoyos por jugar en la primera parte del recorrido. El 7 lo saldó con par, el 8 con un nuevo bogey y el nueve con el segundo birdie del día que le dejaban con 40 golpes tras los nueve primeros hoyos.
"Siempre hay momentos de alegría, en el 1, en el 9, en el 13, pero sabía que el juego no está ahí, sobre todo en un campo tan duro y exigente para mi como este. Ni tan mal acabar como he terminado. En el hoyo uno he jugado el drive y la madera tres. El campo está muy largo y ha sido complicado. Me he dejado muy pocas oportunidades de birdie, pero es lo que hay, lo que me ha pasado en el 2, pero luiego he tenido también algunas opciones en el 3 y 4. Más que fallar con el putt he fallado con los hierros, pero viniendo de donde vengo no esperaba mmucho más. Me he puesto yo en situaciones muy complicadas".
"No estoy bien con los hierros y con las maderas se me están llendo a la derecha. El swing no está, desde comienzos de este año no estoy fino y no pudo pedir mucho más".
"Los de la tarde lo van a tener complicado, pero el campo está difícil y muy exigente. Con este viento va a ser un díamuy duro", dijo Chema Olazábal.
En los nueve segundos la vuelta de Chema fue más regular con dos bogeys en el 10 y el 18 y un birdie más en el 13 que le dejan con todo por hacer para la jornada del viernes.