Incluso para los mejores profesionales conseguir un hoyo en uno durante un torneo es sinónimo de alegría y de admiración por quienes tiene la suerte de asistir al espectáculo. Lo cierto es que es una situación a la que asistimos más o menos a menudo. Lo que no resulta tan habitual es ver como un jugador repite la gesta en el mismo torneo.
Claro que Miguel Ángel Jiménez no es un jugador más. Al malagueño le hemos visto hacer grandes cosas y, esta semana, nos ha demostrado que si alguien puede batir récords y anotar su nombre con letras de oro en las páginas de la historia del golf ese es él.
Además de los dos hoyos en uno, el viernes en el hoyo 7 y ayer en el 14, con su segunda victoria de la temporada ha conquistado un hito que no se repetía desde 2006: ganar dos de los tres primeros torneos de la temporada. Para conseguirlo, el español anotó ayer 65 golpes en los que figuraban, además del hoyo en uno, un Eagle, cuatro birdies y un bogey que no le impidió cerrar la semana con solvencia y cuatro golpes de ventaja sobre Woody Austin y Bernahard Langer que intentó, sin éxito, aguarle la fiesta al malagueño.
Por su parte, José María Olazábal cerró el domingo con su mejor resultado de la semana. El vasco anotó 69 golpes y eso hizo que pudiera escalar dieciséis puestos para terminar trigesimotercero.