Por si no hubiera sido suficientemente duro para Jon Rahm que uno de los oficiales del PGA Tour le comunicase su positivo en Covid-19 cuando ya acariciaba la victoria en el The Memorial Tournament, el virus siguió empeñado en ponerle las cosas difíciles al de Barrika, apartándole de su primera oportunidad de disputar unos Juegos Olímpicos.
Rahm era uno de los favoritos, si no el principal favorito, a colgase el oro olímpico, pero el tercer PCR consecutivo al que se sometió tras su paso por el Reino Unido para jugar en The Open, le descartó definitivamente del podio en Tokio 2020. “Aún no puedo explicar nada de lo que sucedió antes de los Juegos” asegurava Jon Rahm en la previa del Northern Trust, el primero de los Play-Offs de la temporada en la FedEx Cup. “Tenía todos mis test negativos. El primero el jueves negativo, el viernes negativo, el sábado obtengo mi primer positivo. Y luego me hicieron la prueba de nuevo ese mismo día, y aparentemente volví a dar positivo. Luego me hice la prueba los siguientes dos días. Uno fue la prueba de saliva, otra fue PCR, ambos negativos. Hice una prueba de anticuerpos con análisis de sangre y tenía los anticuerpos"
Un episodio que Jon calificaba de “desafortunado y extraño. Ahora tendré que espera al menos tres años, con suerte, para clasificarme para los Juegos Olímpicos, pero realmente estaba preparado para estos”. La baja del vasco dejó la puerta abierta para que Jorge Campillo encontrase su oportunidad de debutar en el olimpismo.