Por fin y tras la suspensión del año pasado por la pandemia del Covid-19, la Ryder Cup, uno de los eventos más importantes del mundo del deporte -el tercero tras los Juegos Olímpicos y el Mundial de Fútbol- llega al calendario con una cita que se jugará en Estados Unidos -como ya sucedió hace dos semanas con la Solheim Cup- del 24 al 26 de septiembre, en un campo espectacular como Whistling Staits, en la localidad de Kholer, en Wisconsin.
El campo diseñado por Pete y Alice Day es un par 71 de 6.757 metros que exigirá a los jugadores su mejor juego y un nivel de compromiso brutal si quieren sacar buenos resultados en este campo público estadounidense considerado entre los 20 mejores de Estados Unidos.
Un recorrido que verá como los mejores 24 jugadores del mundo lucharán por una Copa dominada por Estados Unidos en la primera parte de esta competición, desde 1927 a 1983 con 22 victorias y sólo tres derrotas, mientras que desde 1985 a 2018 Europa, ya con los mejores jugadores del Viejo Continente en cada edición, ha sumado hasta la última edición jugada en París hace tres años 12 victorias y apenas cinco derrotas.
Los empates no han sido un resultado muy habitual en las 42 ediciones disputadas hasta ahora. Estados Unidos y Europa sólo han empatado en dos ocasiones. La primerta en 1969 a 16 puntos en Royal Birkdale. Entonces la victoria fue para Estados Unidos que defendía el triunfo logrado hacía dos años en Texas cuando ganaron por un contundente 23,5 a 8,5. El otro empate en esta competición se produjo 20 años después, en 1989, en Belfry con un resultado de 14 a 14 que en esta ocasión dio la Copa a Europa tras su victoria dos años antes en Muirfiled Village, en Estados Unidos por 13 a 15.
Europa sólo ha ganado cuatro veces a Estados Unidos en suelo americano en la historia de la competición, en 1987, 1995, 2004 y 2021 cuando se produjo el último triunfor europeo en la Ryder en tierras estadounidenses con José María Olazábal como capitán de aquel espectacular Milagro de Medinah.
Y es que los jugadores españoles han tenido mucha importancia en los equipos europeos de la Ryder Cup desde 1979, cuando el gran Severiano Ballesteros tomó parte en su primera Ryder Cup. Junto a Seve han jugado 10 jugadores españoles más (Rafa Cabrera Bello, José María Cañizares, Antonio e Ignacio Garrido, Sergio García, Miguel Ángel Jiménez, José María Olazábal, Manolo Piñero, Pepín Rivero y Jon Rahm).
Pero de todos ellos el más destacado es sin duda, en cuanto al número de puntos sumados a lo largo de su carrera el castellonense Sergio García que llega a Wisconsin con 25,5 puntos en su zurrón sumando él solo más que todos los jugadores norteamericanos que componen esta edición el Team USA.
Jon Rahm será el otro español en Kholer. Llega como número uno mundial y seguro que su participación en el equipo será fundamental jugando los cinco partidos -dos de Foursomes, dos de Fourball y el individual- y buscando mejorar sus cifras de París donde perdió dos partidos de dobles y sólo ganó el de individuales, esos sí, derrotando al gran Tiger Woods.
Los dos equipo presentarán a sus mejores jugadsores. Por parte estadounidense los 12 protagonistas serán Cantley, DeChambeau, English, Finau, Johnson, Kopeka -recuperado de su lesión en la muñeca derecha-, Morikawa, Schauffele, Scheffer, Spieth y Thomas, capitaneados pior Steve Stricker que tendrá como ayudantes a Fred Couples, Jim Furyk, Zach Johnson, Davis Love III y el gran Phil Mickelson que ha jugado 12 ediciones de la Ryder Cup y que debutará como vicecapitán esta semana.
Por parte europea, seis ingleses (Paul Casey, Fitzpatrick, Fleetwood, Hatton, Poulter y Wetswood), dos españoles (Rahm y García), un noruego (Hovland), un irlandes del norte (McIlroy), un austriaco (Wiesberger) y un irlandés (Lowry) intentarán volver a ganar la copa por décimosexta vez en la historia con la capitanía de Padraigh Harrignton y la ayuda de sus cinco vicecapitanes (Luke Donald, Ronbert Karlsson, Martin Kaymer, Graeme McDowell y Henrik Stenson).
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