El estadounidense Dustin Johnson ha conseguido este domingo una de sus victorias más importantes logrando la Chaqueta Verde del Masters de Augusta después de terminar la cuarta y última jornada del torneo con un total de 68 golpes (cuatro bajo par) y un total de -20, récord del torneo de la Chaqueta Verde.
Johnson, que había firmado desde el jueves tres tarjetas de 65, 70 y 65 golpes, suma el segundo Major de su carrera tras el Us Open que había logrado en el año 2016 y mejorando el segundo puesto que había conseguido en abril de 2019 en este mismo torneo que entonces ganó Tiger Woods logrando el décimo quinto Major de su carrera.
Johnson, que hasta ahora sumaba 30 victorias a lo largo de su carrera profesional -23 en el PGA Tour y 7 en Europa- ha tenido en sus 45 Majors disputados dos victorias, pero un gran número de buenas posiciones. Hasta en cinco ocasiones terminó segundo: dos veces en el PGA Championship (2019 y 2020), una vez en el Open Championship (2011), una vez en el Masters (2019) y una vez en el Us Open (2015). Además de una tercera plaza en el US Open en 2018, un cuarto puesto en 2014 en el US Open y una quinta plaza en el PGA de 2010.
Pero esta vez, en este Masters tan especial, Johnson que partía con una cómoda ventaja de cuatro golpes sobre sus tres perseguidores con -12 situados en segunda posición-, no ha tenido demasiados problemas para mantener el tipo y sumar este nuevo triunfo que le mantiene como número 1 del mundo y que agranda aún más un palmarés espectacular en el que también destacan seis torneos de los Campeonatos del Mundo de Golf, seis de la FedEx Cup y la Ryder Cup de 2016 después de cuatro participaciones en el torneo bienal.
Una victoria que le llega a Dustin Johnson después de unas semanas complicadas tras haber dado positivo en Covid-19 pero del que mejoró con el tiempo suficiente para poder jugar la semana pasada el Houston Open y encarar el Masters de Augusta desde el favoritismo que los medios le daban tras el principal candidato, el también estadounidense Bryson DeChambeau que esta semana no brilló como se esperaba y por delante del español Jon Rahm.
Tampoco cumplió las expectativas que sobre el se tenían el vizcaíno que tras un gran comienzo y dos vueltas espectaculares el jueves y el viernes que le llevaron hasta el liderato compartido tras los primeros 36 hoyos, cayó el sábado y el domingo contra un muro, el de Augusta, para acabar otra vez entre los diez primeros -esta vez séptimo con -10- como ya hizo en 2018 (4º) y 2019 (9º), pero sin la guinda de una Chaqueta que, un año más, se queda en tierras americanas pero que ha vivido, sin duda, su edición más especial, sin público, sin la fiesta de los pares tres de los miércoles, con un campo pesado y largo, con greenes no muy rápidos y sin la espectacularidad de otras ediciones que esperemos vuelvan el próximo mes de abril de 2021 con una nueva edición y con nuevas opciones para los nuestros, entre ellos Sergio García y Rafa Cabrera Bello que esta semana logró pasar el corte con su último golpe del viernes y que al final terminó con esa sensación que le acompaña en estos últimos meses de que su juego no está a la altura de lo que debía de estar.
Por detrás de Johnson terminaron jugadores como el australiano Cameron Smith, el surcoerano Sungjae Im, ambos con -15, que en ningún momento inquietaron al estadounidense que, poco a poco, fue lidiando su cuarta ronda con la tranquilidad que habitualmente atesora y con una calidad que pocos tienen hoy por hoy en el golf mundial.
Justin Thomas (-12), Rory McIlroy (-11) y hasta Brooks Koepka (-10) maquillaron en esta última jornada sus resultados, pero muy lejos de la cabeza y sin ninguna opción de victoria en ningún momento mientras que nuestra mejor baza y uno de los grandes favoritos a la victoria a priori, Jon Rahm, deberá esperar a otra ocasión para intentar el asalto al primer Major de su carrera.