Alfonso Puigmitjá nos dejó el pasado martes 27 de Octubre de 2020. Alfonso es una de esas grandes personas que no debía haber partido tan pronto, pero sin duda este año 2020 nos está obligando a echar de menos inesperadamente a muchos entrañables amigos.
Alfonso fue un hombre de empresa y gran emprendedor, que dejó los negocios por su gran pasión, la enseñanza del golf, y en concreto su pasión por atraer al golf a los más pequeños.
Hombre culto, cariñoso, conciliador, imaginativo, transformó la humilde Escuela de Golf de los Ángeles de San Rafael, en un gran vivero de golfistas.
Sus recursos eran impredecibles y sorprendentes, talleres de teatro, pintura y golf para los más pequeños, torneos nocturnos jugando con bolas reflectantes y música en vivo para los jóvenes, recitales de poemas jugando al golf con Calderón de la Barca…
En los días crudos de invierno con el campo cubierto de nieve y tertulias en su modesta casa club entorno al fuego de la estufa de leña o en los asfixiantes calores del Julio, siempre Alfonso te esperaba para dar una clase. Son famosos sus torneos de pitch & putt, que tantos apasionados por el golf han creado en la Sierra del Guadarrama.
Sin duda Alfonso practicó las “F” del golf “Fun”, “Family, “Friendly”, “Flexibility”.
Impulsó como nadie los campos de golf de los Ángeles de San Rafael. La modesta Escuela la convirtió en punto de encuentro de aquellos que se acercan al golf con miedos y suspicacias y a todos nos transformaba en amantes y embajadores del golf.
Alfonso, el mundo del golf te debe mucho, y cientos de golfistas te estaremos siempre agradecidos por haber inculcado el cariño por el golf a nuestros hijos.
Como te escribí hace unos días, las buenas amistades no mueren, y la tuya con el golf es eterna.
Hasta siempre profesor.
Marco Martín,
Arquitecto de campos de golf
Diseñador de ASR Golf