Tras su victoria Jon rahm era, seguramente el jugador de golf más feliz del mundo, incluso a pesar de la sanción de dos golpes que el torneo le impuso po el movimiento de su bola en el approach del 16.
"Ya había dicho que pasase lo que pasase este domingo, el recorrido para mí era una gran prueba de aprender de cara al futuro, a los grandes campeonatos, porque esto será lo más cercano a uno de ellos sin serlo", declaró Rahm tras conseguir la victoria en el the Memorial Tounament.
"Obviamente estuve mentalizado de que tenía una gran oportunidad de lograrlo. Me hubiese mentido a mi mismo si no lo hubiese hecho", declaró Rahm sobre su nuevo númeo 1 y su objetivo cumplido de unirse a Ballesteros en la lista de números uno del golf mundial.
"Siempre es difícil ponerlo en palabras. Seve es una gran influencia. He dicho muchas veces, gracias a esa Copa Ryder en 1997 y su capitanía y la forma en que inspiró a muchos, no solo en España sino en Europa, él es la razón por la que estoy jugando, y aunque muy lejos de lograr todo que alcanzó, estos son momentos muy emotivos para mi".
Rahm reconoció que ser el número uno del mundo era algo que significaba "muchísimo" para él por todas las connotaciones que dejaba el logro deportivo.
"No puedo mentir. Es algo muy profundo en mi interior como español y jugador que soñaba lograr, después de ver que los grandes campeones que vinieron después de Seve como Sergio (García) y Olazábal (José María) nunca llegaron a ser, por lo que tiene aún un mayor valor lo alcanzado este domingo", subrayó Rahm.