Aunque la espectacular vuelta con la que el canadiense Mackenzie Hughes ha despachado la primera vuelta ha impedido que Rory McIlroy se le aproximase, el norirlandés ha dejado claro que, por encima de resultados puntales, el número uno del mundo sigue estando en su poder.
Una demostración de poderío que no le ha costado llevar a cabo en una jornada que comenzó por el 10 y, en el hoyo 15, ya contabilizaba cuatro golpes a su favor después de anotar eagle en los 13 y dos birdies consecutivos en el 14 y 15. Una racha anotadora a la que el bogey del 16, el único de la jornada, pondría fin momentáneamente.
Cruzado el ecuador de la ronda, McIlroy volvía a la senda de los birdies y materializaba aciertos alternativamente. Mientras restaba en uno, descansaba en el siguiente y así durante los hoyos 2, 4 y 6. En el 9 un último birdie cerraba en 63 golpes (-7) la cuenta particular del británico en su primer intento por conquistar el Travelers Championship.