Hace ya muchos años, en 1991, un jugador de apenas, 160 y nacido en Gales, Ian Woosnam, ganó el Maters de Augusta después de que un año antes otro europeo, con bastantes más centímetros de altura que él, Nick Faldo, ganara también el Torneo de los Maestros.
Woosnam debutó en el campo de Bobby Jones hacía solo tres años, en 1998, fallando el corte. En el 89 quedó décimo cuarto y en 1990, trigésimo.
Su victoria más importante la logró en 1991 y después tomaría parte en otros 27 Masters más fallando sólo en una edición, la de 2007 que no jugó por muchas razones
Una de ellas una severa artritis espinal crónica en su espalda que apenas le dejaba andar y que ese año se complicó sobremanera con una fatiga post-viral que apenas le dejaba mantenerse en pié. Por si todo eso fuera poco, Woosnam vivió la tragedia del suicidio de su suegro a finales de marzo lo que hizo que su participación en el Masters de ese año quedase descartada por completo.
Al año siguiente Woosnam volvió a jugar en Augusta quedando cuadragésimo cuarto y firmando su último corte pasado en el recorrido de Boby Jones ya que desde 2009 hasta 2019 nunca ha vuelto a jugar el fin de semana.
Este año Woosnam sabía que su participación en el Masters iba a ser muy complicada. De hecho, ya el año pasado anunció que aquel Masters sería seguramente el último de su carrera, sobre todo porqué el 22 de enero tenía programada una complicada operación en su espalda para aliviarle de una vez por todas de sus dolores lumbares y en las piernas.
“Todo ha ido muy bien. Es verdad que tras la operación he tenido una recuperación muy dura, pero todo ha salido muy bien y poco a poco voy haciendo lo que me dicen los fisios y recuperadores y ahora ya estoy entrenando poco a poco, sobre todo con vistas a poder jugar el Champions Tour”
Si el Masters se hubiera jugado en abril, Woosnam no hubiera llegado de ninguna manera, pero su victoria en 1991 le otorga una plaza segura en el torneo mientras él quiera. “Igual para cuando se juegue el torneo este año sí que puedo jugar. Sólo puedo hacer lo que mi cuerpo pueda hacer y esto me va a dar la oportunidad de ver si puedo subir y bajar esas colinas y entrenar un poco más para estar una vez más en Augusta".
Sobre el coronavirus y la actual situación del golf mundial, Woosnam no lo tiene nada claro: "Simplemente no sabemos cuándo terminará todo esto. Todo el mundo dice que un par de meses. Paro a mí, no me sorprendería que estuviéramos hablando de septiembre u octubre.