El estadounidense Johannes Veerman, número 325 en el Ranking Mundial y que en la última edición de la Escuela del European Tour logró su tarjeta tras terminar décimo noveno, se ha convertido tras una espectacular vuelta de 62 golpes y nueve bajo par en el primer líder del torneo y por ende en el primer líder del European Tour en esta nueva década recién comenzada.
Veerman, décimo en la Race to Dubai tras tres torneos disputados saldados con buenos números (7º en el Alfred Dunhill Championship, 21º en el Afrasian Bank y 10º en el Australian PGA Championship), entregaba hoy una tarjeta de nueve bajo par que se suman a los 23 bajo par que lleva ya en los tres torneos disputados con anterioridad. Sin duda, cifras excelentes para este novato norteamericano que llega a Europa esta temporada con muchas ganas de hacer bien las cosas.
El estadounidense firmaba una excelente vuelta con nueve birdies y ni un solo error demostrando que su estado de juego es espectacular y que desde luego se ha adaptado de maravilla al primer torneo del 2020 en tierras sudafricanas.
Tras él han terminado hoy con ocho bajo par y a un solo golpe el italiano Nino Bertasio y el sudafricano JC Ritchie, ambos con 63 golpes y uno de ventaja sobre un grupo de siete jugadores que con 64 impactos ocupan la cuarta plaza, a dos del líder en solitario del torneo, los sudafricanos Thimba, Van der Spuy y Branden Grace -uno de los grandes favoritos-, el inglés Sam Horsfield, el chileno Matías Calderón y el griego Peter Karmis.
Quienes no brillaron hoy han sido los dos españoles presentes en el torneo, Alejandro Cañizares y Carlos Pigem. El malagueño terminaba con +1 en el puesto 165º tras una tarjeta en la que entregó cuatro bogeys al 1, al 3, al 6 y al 18 y tres birdies al 4, al 12 y al 16 que le obligan a firmar una muy buena vuelta mañana si quiere meterse dentro del corte y jugar el fin de semana.
Por su parte a Carlos Pigem no le fueron mucho mejor las cosas. El jugador catalán entregó una tarjeta de 75 golpes (+4) que le llevan al puesto 219º, muy lejos del objetivo del fin de semana y con la obligación de firmar un auténtico vuelton mañana si quiere estar hasta el final.