El barcelonés Pablo Larrazábal (-8) ha tirado de épica para conseguir su quinta victoria profesional en el European Tour y la primera de la nueva temporada que se ha inaugurado esta semana en el espectacular campo de Leopard Creek, en Sudáfrica, donde se ha disputado el Alfred Dunhill Championship.
Pablo, que sufrió durante toda la jornada de unos terribles dolores en sus pies por unas ampollas de las que sufrió sus consecuencias durante toda la semana, supo superar las adversidades y con un espectacular birdie en el 18 llevarse la victoria en esta primera cita de la nueva temporada por delante del sueco Joel Sjoholm que con -7 se quedó a un solo impacto de poder forzar el Play off.
"Si Tiger Woods pudo ganar un major con la rodilla casi rota yo tenía que ganar este torneo a pesar de las ampollas que he sufrido durante todo la semana".
Y dicho y hecho. Pablo, que sufrió durante toda la vuelta el calor y las incómodas ampollas, firmó su peor tarjeta de la semana y con tres sobre par sufrió de lo lindo para mantener el tipo durante toda la jornada. Unas molestias que casi le obligan a no salir a jugar el domingo pero su pundonor y sus ganas de conseguir esta ansiada victoria -que no lograba hacía cuatro años- lo empujaron a plantarse en el tee del 1 e ir a por todas.
"Este campo me gusta, el país me encanta y tras no meterme en la final de la Race to Dubai la semana pasada me vine diez días antes y entrenar el campo y trabajar muy duro y a esperar lo mejor para este torneo que abre la temporada que viene" dijo . "Y las cosas me han salido muy bien. Tengo que dar las gracias a mucha gente, empezando por mi hermano Alex que está aquí conmigo, a mi familia, amigos, a Callaway, que sigue apostando por mí y a esta tierra y a este torneo que es maravilloso", dijo Pablo nada más terminar su vuelta.
Una tarjeta que firmó con tres sobre par y muchísimo sufrimiento -la peor de los 28 primeros jugadores clasificados- pero que al final le sirvió para conseguir su objetivo. Pablo terminaba los nueve primeros hoyos con cinco bogeys, un doble bogey al 7 y una sola alegría en el hoyo 6 en forma de birdie para terminar con 41 golpes que hacían pensar que todo estaba acabado para Larrazábal, sobre todo después de que en el 9 y tras unhorrible ganchazo con el drive a la derecha se quitara las zapatillas de juego y empezara a andar hasta su bola solo con los calcetines, tal era el dolor y las molestias que estaba sufriendo.
Pero en los nueve segundos las cosas cambiaron. Sus rivales directos tampoco lo estaban haciendo muy bien y Pablo tiró de orgullo, de casta y de coraje para intentarlo todo y luchar por una victoria que se le estaba llendo entre los dedos.
Tras un birdie al 11 y un bogey al 13, Pablo firmó el par en el 14 y tres birdies al 15, al 16 y al 17 que le dieron su quinta victoria, un triunfo absolutamente épico y la confirmación de que Larrazábal es uno de los jugadores con más caracter y más bemoles de todo el Tour Europeo.
Tras esta victoria, la temporada no puede comenzar para el barcelonés de mejor manera con el liderato de la Race to Dubai, siguiendo la racha del golf español tras la consecución la semana pasada de Jon Rahm en Dubai en la última cita del año y con una espectacular subida en el World Ranking hasta el puesto 156º desde el 256 que ocupaba esta semana pasada.
En cuanto al resto de los jugadores españoles, Alejandro Cañizares terminó vigésimo cuarto con +3, Adrián Otaegui trigésimo tercero con +4 y Carlos Pigem, sexagésimo octavo con +14.