Tras dos buenas vueltas de 69 golpes el jueves y el viernes, Sebastián García Rodríguez parecía que tenía a falta de 36 hoyos para terminar esta final del Challenge Tour en Mallorca todo solucionado para conseguir la tarjeta del European Tour para el próximo año.
Pero el destino y el juego del golf no tienen caminos fáciles y tras una tercera vuelta muy mala de cinco sobre par, Sebastián García Rodríguez ha visto como todo dependerá de la vuelta del domingo para conseguir el ansiado objetivo de jugar con los mejores el año que viene.
Hoy el madrileño entregó una tarjeta con solo dos birdies al 3 y al 13 y siete bogeys, cuatro en los nueve primeros hoyos y tres más en los nueve segundos, que reventaban su vuelta para terminar con 76 golpes y bajar 14 posiciones en la clasificación para situarse décimo sexto y una proyección en el décimo cuarto lugar de la Race to Mallorca que de terminar así las cosas mañana le daría la tarjeta pero que al mismo tiempo le dejan sin margen de error para un domingo que se presenta complicado.
El +1 con el que se sitúa en esa décimo sexta posición le obliga mañana a firmar una buena vuelta si no quiere sufrir como lo ha hecho hoy. Terminar entre los 15 primeros es su gran objetivo y si quiere meterseen ese grupo de cabeza deberá jugar más como lo hizo el jueves y el viernes que como lo ha hecho hoy.
Los otros dos españoles en juego han terminado hoy al par del campo. Carlos Pigem es vigésimo sexto con +4 mientras que Emilio Cuartero es último en la clasificación con +13.
En lo más alto de la clasificación se sitúan compartiendo primera plaza el alemán Sebastian Hessele y el italiano Francesco Laporta con -6 y ambos con la tarjeta del European Tour para la próxima temporada prácticamente en el bolsillo.