Arranca la Solheim Cup en Glenagles, una Solheim Cup que promete emoción, competición, liderazgo, y pasión a raudales por muchos motivos. Pero sobre todo porque ya han pasado los años de la superioridad norteamericana, y los equipos están más igualados que nunca.
Aunque el equipo que lidera Juli Inkster podría parecer más fuerte y más potente, mucho ojo porque el de Cattriona Matthew se podría decir que es uno de los mejores equipos que Europa presenta a esta competición, en el que podemos presumir, y mucho, de tener a dos españolas que son puntales.
Después de un año de ausencia, vuelve Azahara y junto con Carlota, jueguen juntas, o no, van a darle al equipo esa fuerza y esa alegría que les caracteriza. Y además van acompañadas de jugadoras muy veteranas en estas lides, como Suzann Pettersen que disputará su novena Solheim, y sabe muy bien cómo ganar puesto que estuvo en las tres últimas victorias logradas por las nuestras.
Aunque la clave para estar en el equipo es la consistencia, es importante tener en cuenta que cuatro de las jugadoras han ganado este año, Charley Hull, Bronte Law, Anne Van Dam y Celine Boutier y eso ayuda. Precisamente estas tres últimas serán las únicas rookies del equipo pero ¡vaya rookies!, como se decía antes, JASP, jóvenes aunque sobradamente preparadas para luchar contra sus rivales y levantar esa copa tan deseada el próximo domingo.
Las americanas vienen muy fuertes, la verdad, y con el soniquete de “vamos a por la tercera” que Laura Davies ha comentado entre risas que vamos a impedírselo, aunque sólo sea para no oírlas más, al más puro estilo de la Gran Dama del golf. Sin embargo, a diferencia de las europeas la jugadora más veterana es Morgan Pressel que disputará su sexta Solheim, eso sí, con cuatro victorias…
Entre las doce que forman el equipo sólo hay dos que hayan ganado este año, Lexi Thompson y Nelly Korda, precisamente una de las nada menos que seis rookies con las que cuentan las americanas, siendo una de ellas Ally McDonald tras la baja de Stacy Lewis. Seis novatas que ponen en riesgo ese hat-trick que buscan las norteamericanas en suelo europeo, precisamente en la cuna del golf.
Me imagino cómo se deben sentir estas nueve rookies que van a jugar la Solheim por primera vez, porque yo, que no me juego nada, voy por primera vez a ver la Solheim con esa mezcla de ilusión, de nervios y de emoción pero evidentemente a otra escala. Y como ellas, espero que no sea mi única o última Solheim Cup y que la próxima a la que vaya sea en suelo español.
¡¡¡Vamossssssssss!!!