Quédense con este número, 65. Esa es la cifra con la que ayer Justin Rose logró encabezar la clasificación, y esa es la cifra con la que esta madrugada el estadounidense Gary Woodland ha levantado al británico del trono del U.S. Open para sentarse él.
Woodland comenzaba la jornada de corte en el Abierto estadounidense con cierta tranquilidad. Los dos primeros hoyos pasarían sin pena ni gloria para restar en el 12, el tercero para él, el primero de los dos birdies con los que completaría sus primeros nueve hoyos.
Pero no fue hasta la segunda mitad de su recorrido donde Woodland encontró la manera de rebajar su cabeza. En el hoyo 1 un birdie le permitiría seguir descontando y tomar carrerilla para firmar otros tres en los hoyos 5, 6 y 9, terminando la jornada sin que los bogeys fueran un problema para el jugador de Kansas.
Por cierto, que, si esos 65 golpes supusieron que Rose fuera el jugador con la tarjeta más baja del jueves, ese honor también se lo llevo ayer Woodland. Solo el galés Rhys Enoch, que firmó 66 golpes, se acercó a una cifra que ya pertenece a la historia del torneo por ser el resultado más bajo en una ronda inaugural.