Es curioso que un nombre con tanta carga emocional en el Augusta National y que relacionamos con momentos mágicos, de felicidad, de tantos quebraderos de cabeza. Magnolia es esa planta que ornamente el club sureño. También el nombre de esa avenida por la que se accede a la casa club y desde la que, en tantas ocasiones, tanto los novatos como las estrellas consagradas nos han narrado sus sensaciones y emociones al recorrer esos metros antes de entrar en el club de Bobby Jones.
Magnolia también es el nombre que recibe el hoyo 5. Un par 4 de casi 453 metros que esta semana se le ha atragantado a Tiger Woods. El único hoyo donde ha fallado los cuatro días ha sido precisamente allí. Un hoyo que no es sencillo. De hecho, solo se han firmado 13 birdies sobre su green a lo largo de la semana, pero que ha sometido a Woods a un serio castigo.
Si nos fijamos en lo que sucedía con sus compañeros de partida en ese mismo hoyo, veremos que es a Tiger a quien no ha respetado la dichosa planta. Jon Rahm solo fallaba el jueves y Haotong Li se escapaba vivo durante los tres primeros días. Claro, que el domingo, pago el peaje de las cuatro rondas con un doble bogey.
Su compañero del sábado, el inglés Ian Poulter, también se libraba, al igual que en el resto de las rondas, mientras que Woods seguía sumando. Para colmo, hoy domingo, solo Finau, que se había librado los tres días anteriores, fallaba mientras Molinari se quedaba al margen del festival de bogeys en el hoyo que se ha convertido en la bestia negra de Tiger en esta edición del Masters.