Jon Rahm, defensor del título en esta sesenta edición del Desseert Classic cerró ayer una gran vuelta de seis bajo par para colocarse quinto en la clasificación, subir tres posiciones en la tabla y colocarse a sólo cuatro golpes de un Phil Mickelson que sigue manteniendose en la cabeza del torneo tras acabar la segunda jornada con una vuelta de 68 golpes que tras los 60 del primer día le dejan como líder en solitario con dos de ventaja sobre Curtis Luck que acabó con -14 y el duo formado por el canadiense Adam Hadwin y el estadounidense Steve Marino que terminaron con -13.
Rahm, que el jueves había terminado también con una vuelta de 66 golpes, firmó una vuelta casi perfecta con tres birdies en los nueve primeros hoyos y otros cuatro en los nueve segundos pero en el 18 un bogey cerraba la tarjeta con un mal sabor de boca que además evitó que ascendiera hasta la cuarta plaza.
Un accidente que no evitó que el vizcaíno parta con todas las opciones para intentar revalidar un título que sería su séptima victoria en su carrera profesional y que ahora mismo tiene ese escollo de Phil Mickelson que está jugando muy bien y que se siente seguro en un campo en donde ayer las condiciones eran perfectas para jugar un golf de máximo nivel.
Esta sábado Jon Rahm jugará en el Stadium Course junto a Chez Revie a las 9,20 de la mañana intentando reducir distancias con Mickelson al que le toca jugar a las 10,20, también en el Stadium Course lo hará junto a Aaron Wise.
Justin Rose, número uno del mundo, volvió a firmar una nueva tarjeta de 68 golpes y con ocho bajo par ocupa la vigésimo octava posición después de subir tres posiciones en la tabla con respecto a la jornada del jueves.