Después de haber fallado el corte en su primer torneo de 2019, el South African Open de la semana pasada tras haber terminado con dos tarjetas de 71 y 72, Pablo Larrazábal encara esta semana el último torneo del año en curso para el European Tour y el quinto de la nueva temporada con la ilusión de terminar con buen pie, con el corte pasado, como primer objetivo y con las ganas de terminar en lo más alto de la tabla o en su defecto entre los primeros puestos.
Y tras los primeros dieciocho hoyos las cosas no le han salido nada mal con una tarjeta final de 69 golpes, tres abajo, con cuatro birdies y un solo error en el 17 que impidió que terminara con -4 empatado con el francés Raphael Jacquelin en la tercera plaza.
Pero el cuarto lugar compartido no es un mal sitio para empezar el torneo tras los primeros 18 hoyos sobre todo después de que el líder del torneo, el sudafricano Oliver Bekker haya terminado como líder en solitario con seis bajo par y con unas primeras plazas muy apretadas con el australiano Dimitrios Papadatos, segundo en solitario con +5 y el mencionado Jacquelin, tercero con -4.
En cuanto al resto de los representantes españoles en el torneo, Adri Arnaus terminó hoy con -2, décimo tercero mientras que Gonzalo Fernández Castaño con -1 lograba también superar al campo en esta primera vuelta. David Borda con +2 es sexagésimo tercero, Alejandro Cañízares con +3 es octogésimo segundo mientras que Iván Cantero con +5 ocupa el puesto 115 de la tabla.