Los dos han llegado esta temporada con sensaciones agridulces en un año de Ryder Cup, que es fundamental para ambos. Seguramente sea la última Ryder que ambos puedan jugar por sus edades. Un última opción de seguir engordando su palmarés en una competición en la que ambos han sido determinantes en su equipo en muchas ocasiones.
Para Mickelson esta Ryder Cup será, seguramente, la última que juegue. Ahora mismo, antes de que se dispute esta cita de los WGC y el último de los cuatro Majors, el PGA Championship, se encuentra décimo en la tabla y podría entrar perfectamente entre los cuatro elegidos de Jim Furyk si el capitán decidiese escoger a los cuatro primeros tras los opcho que se clasificarán por derecho propio.
Woods por su parte, y tras las buenas actuaciones de las últimas semanas, se sitúa vigésimo y da la sensación de que si sigue jugando así en estas dos grandes citas que faltan antes de la Ryder Furyck le escogerá si Tiger quiere. El estadounidense va a ir a París sí o sí como vicecapitán del equipo y cada vez parece más real la posibilidad de que pueda cambiar su estatus si esta semana juega al nivel que lo ha estado haciendo hasta ahora. Además, su inclusión entre los 50 primeros del Ranking Mundial le dan un argumento más a Furyck para que cambie su papel en el equipo.
Si los dos no se clasifican pero Furyck los mete en el equipo, da la sensación que las otras dos restantes elecciones del capitán podrían dirigirse hacia jugadores como Matt Kuchar, Zach Johnson, Toni Finau, Bryson Dechambeu o Xander Schauffele.