Quizá no haya sido el mejor Open Championship de la historia, el más emocionante, el más tenso o el más intenso, pero si es cierto que ha sido un gran Open Championship.
La confirmación de una buena semana de golf que ha terminado con la victoria del italiano Francesco Molinari que además ha desterrado el mito de que era un mal pateador y de que jugando así en el green nunca lograría victorias importante. ¡Pues vaya si las ha logrado!
Este año ha hecho cambios importantes en ese segmento de su juego y las cosas le han salido muy bien. Tras su victoria en el Open Championship con el español Pello Iguarán llevando la bolsa -óle por el donostierra- se va a meter en el Top-ten del Golf mundial, mejorará su tercera posición en la Race to Dubai, confirma su presencia en el equipo europeo de la Ryder Cup y, además, le regala a Italia su primer Major, que ya era hora.
El italiano ha ganado este año el BMW, en Europa, y en el Quick Loans del PGA. Es otro Molinari y a partir de ahora da la sensación -si sigue pateando así- que le vamos a ver mucho más en los primeros puestos de las clasificaciones. Ha sido la gran sorpresa de este Open.
La desilusión está clara: las actuaciones de Jon Rahm -que se podría justificar por el susto del accidente de sus amigos y que lo descentró por completo de su juego el segundo día sacándole del corte- y la de Sergio García, que falló el corte y luego no tuvo un buen momento en la rueda de prensa posterior. Podría habérsela ahorrado perfectamente y todos lo hubieramos entendido.
Lo de Jorge Campillo es de nota. El fallar el corte en Carnoustie no es más que el peaje de quien se estrena en los Majors y seguro que en el PGA Championship lo hará mucho mejor.
La sorpresa ha sido, sin duda, la excelente actuación de Tiger Woods que ha cerrado muchas bocas y a otras las ha dejado boquiabiertas. Con la actuación de esta semana en Carnoustie -ya veremos si sube hasta los 50 primeros del Ranking Mundial- parece claro que una de las plazas de Jim Furyk para la Ryder será del californiano al que se le ha visto disfrutar en el campo como hacía mucho tiempo.
En definitiva, golf, golf y golf. Y el mes que viene el cuatro Major con el PGA Championship y la Ryder -ahora sí-llamando a la puerta.