El cantabro Nacho Elvira era un hombre feliz tras su tercera vuelta en un Centro Nacional atestado de público que le jaleaba una y otra vez y que buscaba casi un milagro hoy. Que él y Jon Rahm jugaran el partido estelar.
Al final no pudo ser y Nacho saldrá en ese último patido con Paul Dunne con un golpe de distancia y con Rahm por detrás a otro más.
Una situación que Elvira intentará disfrutar al máximo. "He jugado muchas veces aquí y es un campo que me gusta. Mañana habrá mucha gente en el Centro Nacional y va a ser muy emocionante".
Tanto Dunne como Jon son rivales muy duros pero tengo que pensar en mí, en mí juego y en mis posibilidades", dijo el cántabro.
"Ha sido un día especial, en el tee de 1 no me podía ni imaginar lo que iba a vivir. El resultado es lo de menos porque lo que he sentido hoy en el campo no lo había sentido nunca; el apoyo de la gente en todos los tees, en todos los greens, en todos los golpes. El 66 es el reflejo de lo feliz que he sido hoy en el campo de golf».
En algunos momentos me ha costado mantener la compostura porque me he emocionado. Lo he comentado con Diego, mi caddy, la gente apoyaba en todo momento, era impresionante. Estoy feliz por el golf español y por lo que he sentido.
Jon es un hueso duro de roer y la gente le apoyará igual o más que a mí. También está Dunne… yo estoy feliz con presentarme mañana a jugar y a disfrutar.
«los greens, eso será un factor determinante mañana. El campo perdona bastante desde la salida pero si estás en una buena posición desde el tee, tienes opción de birdie en muchos hoyos. Los pares 3 son un poco más exigentes, más largos, pegas un hierro 6 o 5, pero los pares 5 pueden marcar la diferencia.
La victoria en Madrid, en el Challenge, fue algo indescriptible y no quiero pensar lo que sería ganar aquí, voy a intentar disfrutar del momento y ver lo que pasa".