Si hay algún jugador que caiga bien a todo el mundo y que con los años haya seguido ganando peso específico y siga siendo referencia para todo el mundo del golf, ese no es otro que el estadounidense Phil Mickelson.
Ganador del Masters en tres ocasiones (2004, 2006 y 2010), Mickelson busca en las últimas temporadas seguir manteniendo el protagonismo que ha tenido en los últimos años en el PGA y en el golf mundial. Algo que por otra parte es cada vez más complicado y difícil, sobre todo porque ganar se ha convertido en el único salvoconducto para poder estar en lo más alto de los diferentes rankings mundiales.
Este año Mickelson sabe que es muy importante para él. Sobre todo, porque quiere estar en la Ryder Cup y volver a sentirse favorito allá donde juega. Y este 2018 ha empezado muy bien para él.
Este año ha ganado en México el WGC México Championship, ha terminado segundo en el AT&T Pebble Beach Pro-Am y terminó tercero en el Safeway Open colocándose tercero en la FedEx Cup y sumando ya con cinco Top-ten esta temporada, algo más de 3,5 millones de dólares en ganancias.
Un año que, de momento, marcha muy bien para Mickelson que llega a Augusta con toda la ilusión del mundo, buscando su cuarta Chaqueta Verde y viéndose apoyado por las apuestas ya que el zurdo de San Diego parte muy bien colocado en los pronósticos pagándose 17 a 1.