Sin duda, Tiger va a ser protagonista esta semana en Augusta desde el lunes hasta el domingo haga lo que haga.
Que esté esta semana en el campo de Bobby Jones es ya un éxito personal y la constatación de que ha superado todos los problemas que le venían persiguiendo desde aquél fatídico 2009 en el que le cambió la vida.
Sus problemas personales acrecentados aún más por sus limitaciones físicas y sus operaciones de espalda hicieron que el californiano entrara en un bucle que parecía insalvable y que, sin embargo, ha superado con nota tras su cuarta operación de espalda.
Su primera cita en su último retorno fue en el Hero World Challenge y las cosas no le salieron demasiado mal. Después llegó la hora de la verdad y de nuevo dando pequeños pasos en el PGA Tour, donde ya ha ganado 79 torneos a lo largo de su carrera.
Pero ahora su objetivo no era ganar un torneo sino coger confianza, ganar distancia con su drive, confianza en su juego corto y fiabilidad con el putter. Y poco a poco lo está consiguiendo.
En este 2018 sus números son excelentes a excepción del Farmers Insurance Open, en el que Jon Rahm defendía título y en donde Tiger no pasó el corte. Fuera de ese revés, Tiger ha firmado excelentes actuaciones terminando segundo en el Valpars Championship, quinto en el Arnold Palmer Invitational y décimo segundo en el Honda Classic. Tres muy buenos finales que le han llevado a colocarse cuadragésimo en la Fedex Cup con 450 puntos y subir hasta el puesto 104º del Ranking Mundial.
Ahora llega para él su primera gran prueba de fuego en este 2018 en donde quiere buscar también una plaza para el equipo americano de la Ryder Cup. Woods tiene un palmarés increíble en el Masters desde 1997, cuando consiguió su primera Chaqueta Verde firmando 18 bajo par y demostrando a todos que había nacido una figura trascendental en el mundo del golf.
Después llegaron sus triunfos en 2001 (-16), en 2002 (-12) y 2005 (-12) y ahora en 2018, tras tres años de ausencia, quiere otra vez vivir buenas sensaciones y, porque no, luchar por la victoria.
Woods partirá como uno de los grandes favoritos y con la atención mediática de sus mejores actuaciones en años anteriores.
Intentará sumar su octogésimo título en Estados Unidos y el 106º a lo largo de su carrera, pero da la sensación de que el primer gran objetivo de Tiger será el de pasar el corte y después el de ganar su quinta Chaqueta Verde. No hay termino medio para el estadounidense y nunca lo ha habido, ni en su carrera profesional ni en su vida.