Llevaba tiempo luchando y trabajando duro para hacerse un hueco en la élite, llamando a la puerta, y ésta se resistía a abrirse. Finalmente, se ha tenido que ir hasta Tailandia donde ha conseguido derribarla. Impecable en la Escuela de clasificación y consiguiendo además los derechos para jugar el Asian Tour en el bolsillo en este 2018, Javier Gallegos ha conseguido buena parte de los objetivos que se había planteadso en esta temporada que comenzó el año pasado. Un viaje de 15.000 kilómetros que ha merecido la pena. Está radiante de felicidad, y no es para menos.
Recién llegado de Bangkok, donde comienza su largo viaje de vuelta. Ya sabe que tendrá que ir acostumbrándose a ese aeropuerto...
¿Cuál es la sensación de saber que el objetivo está cumplido?
Es una sensación increíble. Me he clasificado para jugar un circuito grande, que llevaba muchos años intentándolo, pero a la vez me da respeto porque sé que tengo que hacerlo bien para mantener la tarjeta y quiero ponerme a entrenar cuanto antes para conseguirlo.
De las nueve vueltas, ocho bajo par, ¿qué le dice esta estadística?
Estoy encantado porque poco a poco estoy logrando bajar la media de golpes. Eso es algo que he practicado y en lo que me insiste mucho mi entrenador, Ismael del Castillo. Pegar a la bola, hay mucha gente que le pega bien, pero hacer pocas es lo que realmente cuesta en golf. A fuerza de repetírmelo creo que está dando sus frutos.
¿Has podido hablar ya con Javi Colomo, algún primer consejo?
No había escrito aún a Javi, pero él mismo me ha escrito, me ha felicitado y me ha dicho que cualquier cosa que necesite me explica. Es una persona increíble. Además de ser muy buen amigo, siempre está dispuesto a ayudar en todo lo que le pides, y eso no se da en todos en el mundo de los pros.
¿Qué es lo que más te gusta de Asia?
No he visto mucho. Fuera del golf, me da un poco igual, porque lo que quiero es jugar al golf y jugar bien, cuanto mejor juegue en el campo, más feliz seré, y ya tendré tiempo de hacer más turismo cuando sea mejor jugador, que tendré más tiempo.
¿Cuál ha sido la clave en la última ronda?
Ayer estaba convencido de que lo iba a conseguir. Lo pasé mal anoche porque era un todo o nada, mi gran oportunidad, necesitaba conseguirlo porque creo que hay cosas en la vida que hay que aprovechar, y lo cierto es que lo pasé bastante mal. Pero no sé por qué, normalmente, cuando me pasan esas cosas al día siguiente empiezo como un tiro, no sé si será porque mi cabeza o mi mente ya se va preparando, pero ha salido como estaba planeado. He aprovechado los primeros hoyos, que se me dan bien, he pateado mucho mejor que ayer y ha salido bien. Ha ido todo rodado.
¿El mejor momento de estas dos semanas?
Cuando entregaba la tarjeta y veía que había jugado bajo par. He recorrido 15.000 kilómetros con un objetivo claro y si lo conseguía me iba a volver a casa más feliz, como estoy ahora, y si no lo conseguía no lo iba a estar tanto.