Decíamos hace unos días que ojalá el 2018 fuera tan bueno como el 2017, pero que no iba a ser fácil. Fácil no va a ser, seguro, pero en el primer torneo de este año ya vemos a Jon Rahm asomando y dejando unas sensaciones mejor que buenas. Vale, no ganó y estoy convencido de que para muchos ya sólo cuentan las victorias. El tipo es tan bueno, tan exageradamente bueno, que no va a tardar en acostumbrarnos a sus primeros puestos y a aumentar el nivel de exigencia a lo más alto.
Por lo pronto ya es número tres de la clasificación mundial, y todo apunta a que va a seguir empujando hacia arriba y presionando a los dos que le preceden, Jordan Spieth y Dustin Johnson. Antes o después Jon ganará Grandes, eso no lo duda ni el que asó la manteca, pero no hay que tener prisa y, mientras tanto, éste es de los que se llevará un par de torneos al año como mínimo.
La semana próxima descansará y dentro de tres, a finales de enero, jugará el Farmers Insurance Open en Torrey Pines, torneo que ya ganó en 2017 y que sin duda intentará defender. Este campeonato tiene otro inscrito de lujo, el mismísimo Tiger Woods, que ha anunciado que jugará en San Diego y que atesora nada menos que nueve victorias allí.
Sería bonito que en las dos primeras jornadas el ordenador que, sin manipulación alguna realiza los emparejamientos, pusiera juntos al defensor del título y al más grande de todos los tiempos desde que se retiró Nicklaus.
Así podríamos comparar el estado de forma del californiano y además, tal vez, podríamos ver más frecuentemente a Rahm, al que todavía los realizadores americanos no consideran digno de aparecer mucho ni cuando está segundo del torneo que junta a los campeones del año anterior y, además, se está ganado la subida de un puesto en el “ranking” mundial para acabar siendo tercero del mismo. En fin, no hay que tener prisa porque Jon acabará ganándose el respeto y la consideración de los americanos como ya lo hicieron, por ejemplo, Sergio García o Rafa Nadal en el tenis, y apostaría todos los “birdies” de mi vida a que no tardará mucho.