Opinión

Buenas sensaciones de Pablo

Opinión

Guillermo Artola | Martes 02 de mayo de 2017

Esta semana le ha tocado al Circuito Europeo tenernos pendientes de su torneo, y se lo debemos a Pablo Larrazábal, que definitivamente ha despertado de ese letargo entre comillas que la temporada pasada hizo que prácticamente no habláramos de él.






Se jugaba el Volvo China Open, y Pablo comenzó con dos días de verdadero lujo en los que un sesenta y cuatro y un sesenta y seis le colocaban primero a tres golpes del segundo. Según sus propias palabras, en el torneo anterior Pablo había jugado de “tee” a “green” el mejor golf de su carrera profesional, y al final quedó undécimo porque no le acompañó el golpe de “putt”.

Aquí, también según su opinión, todo se había desarrollado al revés y era el palo más corto de la bolsa el que le había dado la gloria. Lo cierto es que tres golpes de diferencia parecían un resultado a medio torneo más que satisfactorio, pero en la tercera jornada el sudafricano Frittelli se colocó tres abajo respecto al español y empezó la cuarta jornada con una ventaja que se mantuvo en los once primeros hoyos, donde tuvo un fallo y lo compensó con un “birdie”. Pero llegó el hoyo doce y se apuntó un doble “boggie” que abrió el torneo para Alexander Levy y para Pablo Larrazábal, y el golpe menos que pegó en el quince se compenso con el golpe de más del hoyo siguiente.

Así las cosas, llegó al último hoyo sabiendo que el francés había hecho “birdie” y esto hacía necesario repetir ese resultado para ganar por uno. El golpe a “green” lo mandó a la izquierda de la izquierda y sólo la obstrucción temporal que suponía la grada le permitió dropar y dejarse un golpe jugable que acabó en un cinco, par del hoyo, y teniendo que salir a desempatar con Levy.

Pablo, que estaba a dos golpes en la salida de ese hoyo, se dejó un “putt” de considerables dimensiones para “birdie” y consiguió lo que no había hecho en todo el día. Lo metió, compensó el más uno que llevaba en la jornada y acabó tercero en solitario a un golpe del desempate. Los “putts” que no había conseguido convertir en todo el día y que le hubieran puesto en disposición de ganar se cambiaron por un golpe magnífico cuando ya no tuvo presión porque se sabía sin opciones. Felicidades de todos modos a Pablo, que está cerca de la victoria y no tardará en hacer que volvamos a hablar de él y también al francés por su victoria.

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