Hideki Matsuyama ha vivido esta semana un día de la marmota, una repetición de la historia. Su triunfo en el curato hoyo de desempate ante Webb Simpsom parecía repetir la historia de hace un año, cuando ganó esta prueba precisamente en el cuarto hoyo de desempate ante Rickie Fowler.
Esta vez fue más dramático y el japonés tendrá que pensar en su salud si no quiere que le de algo en cada competición. Con una ronda de tres birdies y un eagle, Matsuyama, que había ido escalando posciones durante la semana, alcanzó el liderato mientras Byeong Hun An, Martin Laird o Graham DeLaet perdían el tren con tarjetas de 73 y 71 golpes.
Sin embargo, surgían otras figuras y sombrasen el horizonte. Rickie Fowler y Louis Oosthuizen con rondas de 66 golpes y un total de -16 en Casa Club tuvieron su oportunidad, y Webb Simpson firmó la mejor ronda del día con 64 golpes para irse a esperar a la cancha de prácticas con -17, mismo resultado que consiguió Matsuyama a falta de dos hoyos. Los errores en sus putts impidieron que diera el paso hacia la victoria y el japonés tuvo que volver a un dramático desempatecon el recuerdo, eso sí, de su triunfo un año antes.
Después de tres hoyos de play off con el par para todos, en el cuarto, en el 17, Webb Simpson no logró embocar su putt de birdie, mientras que Matsuyama, ligeramente más cerca, pudo hacerlo y revalidar el título que le catapulta un poco más arriba en el golf mundial.
Por su parte, Jon Rahm, con una tarjeta de 70 golpes, dos birdies y un bogey en su peor resultado de la semana, termina décimo sexto, lo que le ayuda a subir al quinto puesto en la FedEx Cup.