Opinión

Tiger: lo previsto

Opinión Guillermo Artola

Guillermo Artola | Miércoles 07 de diciembre de 2016
Ya avisaba, y lo hacía sin asomo de duda, de que no veía posible, ni siquiera probable que Woods volviera a la lucha con el éxito de antes. Además, y esto es más raro en mí, le deseaba a Tiger que todo le fuera muy bien y que nos dejara con la boca abierta en su retorno a la competición.

Antes de ayer se celebró la cuarta jornada del Hero World Challenge que tenía como principal interés la vuelta de Tiger a la competición tras dieciséis meses sin jugar de modo competitivo.






Ya avisaba, y lo hacía sin asomo de duda, de que no veía posible, ni siquiera probable que Woods volviera a la lucha con el éxito de antes. Además, y esto es más raro en mí, le deseaba a Tiger que todo le fuera muy bien y que nos dejara con la boca abierta en su retorno a la competición.

Hace muchos años que no soy un fan del californiano porque cuando avasallaba como casi nadie lo ha hecho en la historia conocida del golf creo que conseguía hacer aburrido este deporte, aunque verle jugar era todo menos monótono por los líos en que se metía y cómo salía de ellos. En este torneo recién disputado, que curiosamente es su torneo, ha demostrado que no se le ha olvidado jugar a esto, algo que suponíamos, pero también que no está al nivel que estaba ni por asomo.

Cuando un hoyo le va bien desde el principio es capaz de hacer una menos con cierta facilidad. Dos menos, “eagle”, ya le cuesta algo más porque el primer “putt” es lógicamente largo y este es el primer rasgo de su juego que se echa de menos. El Tiger triunfal metía el “putt” que hiciera falta y después se paraba a pensar si era largo o corto. Ahora no, ahora falla incluso algunos de media y corta distancia que seguramente antes ni se imaginaba que podían no ir dentro.

Si seguimos hacia atrás en el juego, los “aproaches” que antes nos maravillaban y que tantas veces se resolvían con un globo que subía mucho y paraba pronto, ya no son tan definitivos y suben menos y corren más. Los fallos con los hierros y en las salidas eran menos raros en sus mejores tiempos, sobre todo con el “driver”, por lo que no nos extrañan cuando suceden.

En fin, que el juego de Woods es muy bueno cuando todo va bien, pero no siempre es así y entonces es vulgar. Seguramente necesita mucha competición para hacerse con el control de la presión y es posible que también haya sufrido presión externa por parte del patrocinador de su torneo para que adornara el juego con su presencia. Por eso creo que hay que darle tiempo, que cuando juegue muchos torneos seguidos mejorará ostensiblemente y, quizás, vuelva a ganar. Aunque por ahora no lo veo muy probable, se lo deseo con todas mis fuerzas. Animo Tiger…

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