Me insiste y afirma que le ve muy sólido, jugando bien y sin aparentes fisuras y también asiento. Me da un respiro para pensar un momento y le digo que creo que Rafa ganará algún torneo del PGA Tour esta temporada, y en cuanto tomo aire redondeo diciendo que también lo harán Sergio García y Jon Rahm. Ya sé que suena chovinista y que puede parecer exagerado, pero si lo piensas bien, amigo lector, no tendría nada de raro.
Sergio lleva diecisiete temporadas completas allí y ha ganado nueve veces, así que es más normal el año que gana algún torneo que el que no lo hace. Nadie duda, creo yo, de la victoria de Jon Rahm antes o después, pero viendo el final de la temporada pasada, su empaque y su confianza en sí mismo creo que no va a tardar en darnos un alegrón, y Rafa Cabrera lo merece como el que más y ya lo demostró en varias ocasiones, sobre todo en el Mundial Match-Play.
En serio, sin intención de exagerar ni de mostrarme patriotero, creo que los tres nos van a dar alegrías importadas de la tierra de Trump, algo que seguramente no entusiasmará al nuevo presidente americano, dueño si no me equivoco de Doral y aficionado al golf casi tanto como inquietante portador del botón nuclear.
Lo otro que quiero comentar hoy es la victoria de Carlota Ciganda en el Lorena Ochoa Invitational. Todos esperábamos hace tiempo la victoria en el Circuito Americano femenino de Carlota, nos extrañaba que tardara y en cuanto ha roto a ganar, se lleva la victoria en Corea y ahora, sólo un mes después, llega la segunda. Ojo, que nadie dude que pronto vendrán más, pues seguro que el objetivo de Ciganda es el número uno mundial.
Además, hay que comentar que nunca ha sido más duro ganar en el LPGA, pues la cantidad y calidad de jugadoras asiáticas, sobre todo coreanas, han puesto la victoria muy difícil para todas. Enhorabuena Carlota, y a por ellas, que son muchas y valientes, pero no son navarras.