Ahora fuera de bromas, en primer lugar es un Campeonato del Mundo y, además, si pensamos que el Patrocinador es el Hong Kong and Shanghai Banking Corporation, vemos que efectivamente lo lógico es que se dispute allí. Pues no, en realidad es un banco inglés, fue fundado en el Siglo XIX cuando Hong Kong era una colonia británica y tiene su sede central, siempre la ha tenido, en Londres.
Pero nada de esto importa de verdad, si acaso la enorme cantidad de dinero que manejan y los nueve millones y medio de dólares que gastan en premios en este Campeonato del Mundo. Hideki Matsuyama, veintitrés bajo par, ha ganado con siete golpes de ventaja sobre Henrik Stenson y Daniel Berger, y uno más sobre Rory McIlroy, que ya está segundo en la clasificación mundial y empieza a achuchar a Jason Day para quitarle el primer puesto que ya ostentó en su día. Sergio García, noveno, y Rafa Cabrera, décimo noveno, han hecho muy buen papel, y se respira un aroma fantástico de victoria española en el Tour Americano, más aún teniendo en cuenta que Jon Rahm también tiene tarjeta del PGA Tour y seguro que los tres nos van a dar alegrías.
El margen de siete golpes del japonés se basa en buena parte en el palo más corto de la bolsa, parcela del juego que Hideki domina con autoridad y que por fin le ha llevado a una victoria de las más importantes. Es el tercer torneo que gana este año, y es el primer jugador asiático que gana un campeonato del mundo, pero probablemente lo más importante para el golf es que es japonés, y un país y un mercado tan importante como el del Sol Naciente va a animarse mucho con un representante como Matsuyama, que ya llevaba muchos torneos importantes asomándose y que seguramente ahora será uno de los más asiduos a los puestos de arriba de las clasificaciones. Enhorabuena a Matsuyama y a Japón, y nosotros muy atentos a los tres torneos que quedan del Circuito Europeo que decidirán la clasificación final del mismo.