Transcurren los meses y las posibilidades de recuperación de Michael Schumacher pasan de ser mínimas a convertirse en empeoramientos que hacen temer por su vida. Así lo determinan los neurocirujanos que le tratan y tuvieron contacto con el ex piloto a lo largo de estos tres años de intensa lucha: "La vida de Schumacher pende de un hilo después de que su estado haya empeorado. Solo un milagro puede salvarlo".
La vida del siete veces campeón del mundo de Fórmula 1 estaría apagándose, según uno de los médicos, que prefiere mantener el anonimato, muy cercano al Káiser: "Necesita un milagro para seguir vivo", añade en declaraciones de las que se hizo eco Il Corriere dello Sport preparando, posiblemente, a todo el entorno de la Fórmula 1 para la peor de las noticias.
Schumacher, que sufrió un terrible accidente en los Alpes franceses mientras esquiaba con su familia en 2013, consiguió salir del coma en diciembre de 2014 y comenzó un largo proceso de rehabilitación que hoy en día se complica sobre manera. Su mujer, Corinna, quiso que el deportista recibieses los mejores cuidados médicos. En más de una ocasión ha salido a la luz pública los ajustes económicos que ha tenido que hacer la esposa del heptacampeón para poder cubrir los gastos de mantener a su marido en casa, y está ahora ahogada por las facturas médicas e intentando buscar liquidez.
Algunas firmas a las que habría estado ligado Schumacher comienzan a olvidarle, pues no lo consideran ya como un activo. Si no puede hacer nada, no hay publicidad por parte del piloto y, por ende, se deja de pagar esos gastos de imagen, como el caso de las firmas Jet Set y Navyboot, que ya le habrían dado la espalda, lo que se traduce en menores ingresos para la familia para atender al piloto.
Otras, como las relojeras Audemars Piguet y Hublot, siguen vinculadas al conductor alemán, pero en vista de la situación, los contratos económicos no se cancelarían pero sí que se revisarían a la baja. Un desplome considerable de ingresos y un nuevo quebradero de cabeza para Corinna que, al parecer, no puede disponer abiertamente de la enorme fortuna que amasó el piloto alemán de 47 años.