“He jugado la primera vuelta y ayer caminé la segunda. El campo está muy bien, bastante difícil, los greenes rápidos, el rough alto, toca seguir sufriendo. Creía que viniendo de Augusta igual el campo no me parecía tan exigente, pero qué va. Augusta desde el tee es más benévolo, aquí las calles son muy estrechas y si la fallas, es muy difícil ir a green. Los pares 3 son más cortos, pero los greenes pequeños, es un reto cogerlos y sobre todo para que te quede un putt cuesta arriba, a veces es imposible y te queda uno cuesta abajo muy delicado",decía el canario.
Rafa Cabrera, que viene de Augusta, dice que "ha sido mi primer Masters y eso te cansa más mentalmente, todo es nuevo y es un campo que en cualquier momento te atrapa y puede ser catastrófico. Mentalmente es agotador, pero he tenido 3 días para aclimatarme".
Sobre su futuro más próximo, Cabrera Bello dice que "a día de hoy no me planteo cambiar de circuito, me gustaría jugar los dos a vez pero no me quiero precipitar. De momento voy a esperar a final de temporada para decidir. Mi idea es jugar el Circuito Europeo y complementarlo con el estadounidense, no al revés, pero hay que ir con calma, hay jugadores muy buenos como Molinari o Colsaerts que lo han intentado y les ha repercutido negativamente en el ranking mundial".
También ha hablado de los Juegos de Río. "Los Juegos pintan bien pero hay que ser prudente porque otros compañeros están peleando por entrar y si tienen unos meses buenos como los que yo he tenido, podrían clasificarse. No es algo con lo que he soñado desde niño porque el golf no era un deporte olímpico, pero es el mayor acontecimiento deportivo del mundo y sería un honor. El zika no me preocupa, es un virus que existe desde hace mucho tiempo aunque ahora tiene más repercusión".
Y también "la Ryder Cup sí ha sido un sueño. Tanto Sergio como Chema (Olazábal) o Miguel Ángel me han contado muchas cosas, por ejemplo, la presión que se siente con el público y es algo que me encantaría vivir".
EL canario asegura que "los buenos resultados de esta temporada se deben a un trabajo progresivo. El año pasado ya noté una gran mejoría aunque no se reflejó en los resultados. Conseguía buenas vueltas, pero me faltaba la confianza o cometía errores de estrategia o psicológicos. Tenía ansiedad en los greenes, demasiada tensión y eso lo he mejorado, también el juego largo, ahora soy más preciso desde el tee y en los tiros a bandera. Eso es lo que ha hecho que los resultado empiecen a salir”.