La firma del doble chevrón acaba de presentar en Ibiza el nuevo E-Méhari, un descapotable de cuatro plazas que conecta con la historia de la marca, haciendo un guiño a todo un icono como fue el Méhari de 1968, pero enfocado hacia el futuro con un estilo moderno y desenfadado, una propulsión 100% eléctrica y compartiendo algunos elementos estéticos con el prototipo Cactus M que Citroën presento el pasado mes de septiembre. Un coche que ya se pudo ver de una forma estática hace unas semanas en el Salón de Ginebra y que es fruto de una colaboración con Bolloré EM, empresa francesa que comercializa un vehículo similar con el nombre de BlueSummer desde 2013, por lo que se puede considerar que el E-Méhari es una evolución de este.
Con 3,81 metros de largo y una carrocería fabricada con plástico termoformado, similar al material que presentaba el modelo de finales de los `60, también imita a su ancestro con una capota de lona y ventanillas laterales y trasera desmontables. Además, con un maletero de 200 litros de capacidad (hasta 800 litros con los respaldos de las asientos posteriores abatidos), el motor que lo mueve es uno eléctrico que rinde 68 caballos de potencia alimentado con baterías LMP (Litio Metal Polímero) y con el que el modelo puede alcanzar sin problemas los 100 km/h. Baterías que se recargan entre ocho ó 13 horas según sea la toma de corriente de 16 amperios o de ocho amperios, para una autonomía de unos 200 km en ciudad. Fabricado en Rennes, en la Bretaña francesa, en principio solo se fabricarán 1.000 unidades para nueve países europeos, incluido España, donde llegará el próximo mes de abril. Con un precio aun por definir, sus potenciales clientes podrán optar a las ayudas de 5.500 euros del Gobierno en materia de vehículos eléctricos.
Sin complejos, rompedor y por qué no irreverente... los calificativos no faltan para describir el nuevo modelo de Citroën. Se trata de un vehículo colorista, atrevido... un “it car”, que seducirá a aquellos que buscan diferenciación, optimismo, atentos a las tendencias y al medioambiente.
El diseño exterior se inscribe perfectamente en el posicionamiento de Citroën. En él se encuentran los códigos estilísticos de la marca, entre los que destacan su mirada expresiva formada por ópticas de doble piso, firma de la marca, y un diseño único que transmite optimismo y simpatía. Es una forma distinta de entender el automóvil, que evoca sensaciones positivas.
Esta personalidad se complementa por un abanico de colores que marcan tendencia. Las posibilidades de personalización son múltiples en el E-Méhari con: Cuatro colores de carrocería (azul, naranja, amarillo y beige), dos colores de telas (negro y rojo anaranjado) y dos guarnecidos interiores, un beige muy natural y otro, de aspecto técnico, rojo-anaranjado cuya impresión en la parte central está inspirada en el universo de los deportes náuticos. Elementos que han sido elaborados en Tep y son completamente impermeables.
Por otro lado, el modelo propone una carrocería sobre-elevada para permitir una conducción todocamino y esta marcada por piezas negras con protectores en los pasos de rueda, los bajos de la carrocería y parachoques. Un guiño evidente en referencia al mundo del ocio. Así, el modelo desprende un estilo fresco y lleno de expresividad, con el objetivo de seducir a las personas que buscan un vehículo diferente.
La carrocería esta realizada en termoformada, un material plástico que no sufre la corrosión, no necesita mantenimiento de pintura y que resiste a los pequeños golpes gracias a su elasticidad. Además, se puede lavar entero, por dentro y por fuera con una manguera. Y el motivo de las puertas, con sus ranuras, es un guiño de los diseñadores al Méhari original y a las ondulaciones de su carrocería. De la misma forma, sus colores exteriores son un eco de los presentados en el lanzamiento del Méhari. Y esta unión con el Méhari, vehículo mítico que marcó una época, confiere al actual una fuerte identidad y una filosofía “diferente” para los que buscan autenticidad y diversión.
El E-Méhari también destaca por su tecnología. 100% eléctrico, ofrece una tecnología de batería fruto de la experiencia del Grupo Bolloré: las baterías LMP (Lithium Métal Polymère) que permiten una gran autonomía y ofrecen prestaciones, fiabilidad y seguridad. Dichas baterías se distinguen por su elevada densidad energética y su seguridad de utilización. Son secas (es decir “todo sólido”), lo que les confiere numerosas ventajas, entre las que destaca una insensibilidad a las variaciones climáticas y permiten rodar a una velocidad punta de unos 100 km/h y ofrecer una autonomía de 200 kilómetros en ciclo urbano.
Pero también son prácticas, ya que se recargan completamente en ocho horas con una toma de 16A en las instalaciones que lo permiten (enchufes domésticos o enchufes públicos de tipo Autolib) o en 13 horas en las tomas domésticas con 10A de intensidad.