La firma del óvalo muestra por primera vez en Europa y concretamente en el Salón de Ginebra (del 3 al 13 de marzo) una evolución aun mas racing del Fiesta ST, variante que ya se pudo ver en el continente americano con motivo del Salón de Los Ángeles. En este caso y con la denominación ST200, se trata del más potente jamás fabricado del popular modelo para continuar la estela que dejaron, en su momento, los XR2, XR2i, RS1800, Turbo RS y ST de primera generación y con el que Ford pretende competir con modelos de la talla de los Mini Cooper S, Volkswagen Polo GTI, Opel Corsa OPC, Peugeot 208 GTI, Seat Ibiza Cupra y sobretodo, con el Renault Clio RS.
Con una única carrocería de tres puertas en color Storm Grey, cambios manual de seis velocidades, tracción delantera y llantas de aleación especificas de color negro mate, el motor que lo anima es el mismo EcoBoost 1.6 del Fiesta ST actual, aunque respecto a este (con 182 caballos), el ST200 gana un 10 por ciento de potencia y un 20 por ciento de par para alcanzar los 200 CV y los 420 Nm de par máximo. Un plus de rendimiento que hace que el nuevo ST200 acelere de cero a 100 km/h en 6,7 segundos y alcance los 230 km/h. También cuenta con una actualización del chasis y suspensión, así como una nueva generación en elementos como la dirección y frenos. Y como es ya habitual en Ford, el nuevo ST200 equipa el dispositivo Mickey, que permite a los propietarios limitar las prestaciones del vehículo cuando conductores menos experimentados hacen uso del coche y también SYNC, que hace una llamada de emergencia de forma autónoma cuando se produce una colisión grave. Con un precio aun por definir, su fabricación comenzará en junio y las primeras entregas a los clientes se producirán pasado el verano.
El nuevo Ford Fiesta ST200 es el dynamico urbano de altas prestaciones producido en serie más rápido de la historia de la firma del ovalo. Cuenta con un chasis y motor mejorados pensando en el conductor más racing para ofrecer nuevas experiencias al volante. Por el, ha sido desarrollado por el equipo Ford RS, la división europea de vehículos de altas prestaciones de Ford Motor Company.
Exteriormente se diferencia del resto de la gama Fiesta al contar con una parrilla diferente y al incorporar unos faros con tecnología LED de uso diurno y un kit completo ST200 con la nueva pintura exclusiva para el modelo en color Storm Grey.
En la zaga, destaca un potente difusor trasero con doble salida de escape. Y en el interior el cockpit también cuenta con detalles deportivos como los pedales y palanca de cambio de aleación y volante con detalles ST. Aunque, quizás lo más llamativo son los asientos con tapicería de cuero parcial, calefactados, con costuras en color plata, pero sobretodo porque llevan el sello del fabricante Recaro, mientras que en el sapicadero, una placa delante del cambio con la leyenda ST200 recuerda que tipo y el carácter del modelo.
Por otro lado y como es habitual en los últimos productos de Ford, equipa el dispositivo Mickey, que permite a los propietarios establecer una velocidad máxima y un volumen del equipo de audio máximos y de asegurar que las tecnologías de seguridad no son desactivadas cuando otro usuario va a utilizar el coche. Y el sistema de conectividad controlado por voz SYNC con el Help SOS, que conecta directamente a los ocupantes del vehículo con operadores de servicios de emergencia en caso de accidente.
El Fiesta ST200 tendrá grandes rivales. Y para estar a la altura, Ford ha mejorado el motor, chasis, suspensión, dirección y frenos para obtener una mejor dinámica de conducción. Y donde se han incluido elementos anteriormente disponibles sólo en coches de altas prestaciones de mayor tamaño como el Ford Vectoring Control mejorado (eFVC), que aplica fuerza de frenado a la rueda delantera interior del Fiesta ST200 cuando gira para mejorar el agarre a la carretera y reducir el efecto de subviraje, sin que ello afecte a la velocidad. Además, el nuevo software controla también el equilibrio del ST200 en respuesta a los cambios de dirección bajo aceleración y frenado y el ESC (control de estabilidad) ofrece intervención completa del sistema, modo wide-slip con intervención limitada y desactivación total del ESC. Ambos sistemas cuentan con unas rótulas de suspensión mejoradas, una suspensión trasera de eje torsional que reduce el rozamiento, una nueva configuración de muelles y amortiguadores delanteros y traseros y un centro de gravedad 15 mm más bajo que permite una conducción de mayor calidad.
En cuanto a la dirección asistida electrónica, ofrece una relación más rápida y un brazo de dirección más corto que hace posible una respuesta más directa. A parte, cuenta con frenos de disco traseros y un cilindro maestro tipo tándem más grande que mejora sustancialmente el rendimiento de los frenos. Y si hablamos de neumáticos, los que lleva de serie tienen una medida de 205/40 y están montados sobre llantas de 17 pulgadas.
El motor que lo anima es un EcoBoost de gasolina con cuatro cilindros turboalimentado y 1,6 litros de capacidad que desarrolla 200 CV y ofrece 420 Nm de par máximo. Una mecánica que se apoya en una transmisión de seis marchas manual y que lanza al nuevo Fiesta, hasta una velocidad punta de 230 km/h y, ofrece una aceleración de 0-100 km/h en 6,7 segundos. Mejores prestaciones que el ST, como también se ha optimizado su consumo, dado que tan solo gasta -según el fabricante- 5,9 l/100 km. Y es que la tecnología EcoBoost hace posible unas emisiones un 20 por ciento menores pero también un 20 por ciento más de potencia con respecto a la anterior generación. Así mismo, el control de estabilidad tiene tres modos de funcionamiento distintos y la dirección tiene una desmultiplicación diferente.