Diecisiete “greenes” en una vuelta es siempre destacable, pero con el viento huracanado que reinó en Doha es algo increíble. Pablo parece volver a la senda de los primeros puestos, lo que me alegra por él y porque me gustaría verle en el equipo de la próxima Ryder.
El sábado acabó en el puesto décimo tercero y con un poco más de suerte y de consistencia le veremos pronto donde nos gusta verle. Sergio García, por su parte, comenzaba la competición en 2016 en este mismo torneo y acabó séptimo empatado con otros cinco jugadores, pero siempre estuvo entre los diez primeros y no hay duda de que nos dará alegrías a poco tardar. Por último, Rafa Cabrera acabó segundo empatado con Olesen y a dos golpes del ganador, Branden Grace, con lo que confirma lo bien que se le dan al canario los torneos de principios de temporada y la gira del desierto. La semana que viene se juega en Dubai, el Omega Dubai Dessert Clasic para más señas, y no hay que olvidar que el trofeo de la edición 2012 está en casa de Rafa, lo que seguramente le hará encarar la competición con confianza, algo que ahora mismo tiene de sobra.
De hecho, hoy mismo Cabrera está en novena posición en la Carrera a Dubai, la clasificación del Circuito Europeo, y eso habiendo jugado sólo dos torneos de la presente temporada. En definitiva, recién empezado el año tenemos a Sergio, a Rafa, a Pablo y a Miguel Ángel que podrían meterse en el equipo de Ryder y nadie debería extrañarse, y eso habla muy bien de la salud de nuestro golf profesional y de las posibilidades de victoria en los dos circuitos principales durante 2016. ¿Será este el año del octavo Grande español?