Opinión

Nueva dimensión de Lydia Ko

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Carmela Fernández Piera | Lunes 14 de septiembre de 2015

La pequeña Lydia Ko se ha hecho “Major”, hoy ha logrado su primer Grande y, siguiendo su estilo habitual, batiendo todos los récords posibles: es la jugadora más joven en la historia de la LPGA en ganar un Grande, con tan sólo 18 años, 4 meses y 20 días (superando a Morgan Pressel que ganó con 18 años y 10 meses el Ana Inspiration en 2007, cuando era el Kraft Nabisco Championship), y ha ganado con el resultado más bajo jamás firmado en la última jornada en un Grande, 63 golpes que superan a los 64 de Karen Stupples en el British Open del 2004.



Es impresionante la trayectoria de esta neozelandesa que ha hecho romper todas normas habidas y por haber. Quiso ser profesional de golf y medirse a las mejores del mundo cuando era una niña de coletas y gafas; el LPGA tuvo que cambiar sus estatutos para abrir la puertas a este fenómeno del golf aún a riesgo de haber cometido una equivocación. Pero no fue así. Ella sabía que tenía que demostrar que la decisión había sido la correcta y lo hizo, coronándose la número 1 del mundo más joven de la historia del golf, a la primera de cambio.






Este año ha jugado 19 torneos, sólo ha fallado un corte y sus resultados ya no se pueden contar en top 10 que son casi todos, sino en top 3, y así ha logrado 9, de los cuales, 4 son victorias.

Lydia Ko llegó a Evian a disputar el último Grande de la temporada tras una victoria reciente en el Canadian Pacific Womens Open, la tercera que llevaba cosechada este año; sin embargo sus resultados en los cuatro Grandes disputado no habían sido tan gloriosos como se esperaba de ella: en el Ana Inspiration sorprendió con un puesto 51º, pero más aún en el KPMG Women’s PGA Championship donde falló el corte; llegó más recuperada al US Open donde firmó un 12º puesto y mejoró su participación en el British Open, acabó tercera.

A pesar de ser la protagonista del cartel publicitario del Evian Championship, ella llegó a la localidad alpina de Evian sin grandes expectaciones pero con la ilusión de ganar un Grande en la temporada en la que se coronó reina del mundo del golf. Fue como una premonición. ¿Por qué no en Evian, donde dos años antes se había quedado a las puertas, a dos golpes de la victoria que logró Suzann Pettersen? No era el momento, ni el lugar ya que lo habría ganado siendo aún amateur y eso, bajo mi punto de vista, le habría machacado, es una forma demasiado fuerte de empezar una carrera profesional. El año pasado, siendo profesional ya, quedó en 8ª posición lo cual demuestra que el difícil recorrido ginebrino no se le da nada mal.

Y así lo ha demostrado hoy, saliendo a un golpe de la líder, la coreana Mi Hyang Lee, que ha intentado por todos los medios lograr su primer Grande liderando durante tres jornadas, pero la presión era muy fuerte, tenía a algunas de las mejores jugadoras del mundo pisando sus talones y aún así ha aguantado estoicamente para acabar en cuarta posición a, ni mas ni menos que 9 golpes de la ganadora. Porque Ko no ha ganado justita… Ko ha jugado los tres últimos hoyos sabiendo que podría cometer todos los errores que quisiera, y aún así no ha fallado ni un solo golpe. En el durísimo recorrido de Evian ha firmado una tarjeta final de 63 golpes, con 8 birdies y ni un solo error en toda la jornada para, además de adjudicarse su primer Grande con 6 golpes de ventaja sobre Lexi Thompson, hacer historia una vez más con el mejor resultado final en un Major. Es para quitarse el sombrero, y yo, que tanto le critiqué en sus comienzos, me lo quito. Y hablo de su primer Grande porque muchos están por llegar.

Aunque parezca que Lydia Ko ya lo ha ganado todo, aún tiene muchos objetivos que cumplir, y de momento ni se le pasa por la cabeza el Grand Slam; ahora sólo piensa en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, donde con orgullo estará representando a Nueva Zelanda, su país. Y lo ganará seguro, porque lo que se le ponga a esta chica entre ceja y ceja, lo consigue. Bravo, Lydia Ko!!!

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