Decía Tales de Mileto que "Lo más fuerte es la necesidad, porque lo domina todo". Y tenía razón. No hay más que ver a un Tiger Woods obligado por la necesidad a ganar este torneo para intentar lograrlo desde el principio mostrándonos lo que no habíamos visto en los dos últimos años. Buenos golpes desde el tee, excelentes hierros a green y seguridad con el putt. Con esos mimbres hoy Tiger se ha colocado líder del Wyndham Championship con -11 y aspira a lograr su sueño que hoy por hoy es jugar los Play-offs, de momento.
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La última ficha de Tiger
Pero no ha sido
Tiger Woods el único que ha brillado en la segunda jornada de este
Wyndham Championship tan tenso para el ex número uno del mundo. Todavía no ha terminado su trabajo pero es verdad que a Tiger lo hemos visto muchas veces liderando torneos a mitad de campeonato y muy pocos se le han escapado.
Es verdad también que hace mucho tiempo que Tiger no es el que era pero esta semana, con la necesidad de tener que ganar para meterse en los Play-offs, lo está dando todo para que nadie diga que no ha echado el resto. Con él, un novato, el norteamericano
Tom Hoge que tras un espectacular 62 en la primera vuelta hoy terminaba con 67 golpes y ese -11 que le coloca como co-lider con un compañero muy incómodo de viaje, sobre todo porque Woods necesita llegar al final el primero y no se lo va a poner nada facil.
Tras ellos, con -10, el capitán del equipo norteamericano de la Ryder Cup para la edición de 2016,
Davis Love III y Chad Campbell mientras que con -9 seis jugadores empatados entre los que aparecen los primeros no estadounidenses de la tabla, el sueco
Carl Pettersson y el australiano
Cameron Percy.
Por su parte, el madrileño
Gonzalo Fernández Castaño, otro que necesita ganar o terminar segundo en este torneo para entrar en la FedEx Cup y mantener la tarjeta terminó su segunda tarjeta firmando 69 golpes, tres más que ayer, cuando firmó 66, bajando doce posiciones y situándose trigésimo sexto con un total de cinco bajo par, lejos de los dos bajo par que se han convertido en la frontera del corte para el último fin de semana de la temporada regular en la PGA.