“Desgraciadamente, no podré defender mi título de campeón del Bridgestone Invitational”, aseguraba McIlroy que también se perdió hace dos semanas el Open Championship en st. Andrews al jugar un partido de fútbol dos semanas antes y romperse los ligamentos de su tobillo izquierdo. Una lesión que, según la mayoría de las previsiones médicas consultadas por este periódico, no permitirán al número uno volver antes de mes o mes y medio desde la rotura. “Les deseo la mayor suerte del mundo al resto de competidores y espero regresar en el 2016”.
McIlroy se perderá por primera vez el Bridgestone desde el 2009. En sus seis torneos jugados con anterioridad logró cuatro top 10, incluyendo su victoria del año pasado. La ausencia del número uno del mundo abre las puertas a su más inmediato perseguidor en el ranking mundial, Jordan Spieth, de arrebatarle el reinado del golf y un número uno con el que Spieth sueña, sobre todo después de haber ganado el Masters de Augusta y el Us Open y haber hecho un gran papel en el Open Championship.
El último torneo de los Campeonatos Mundiales de Golf, repartirá la semana que viene 9,2 millones de dólares y contará con la presencia de 78 jugadores, con los 50 mejores del Ranking mundial. Tienen plaza para el torneo el barcelonés Pablo Larrazábal, que hoy ha confirmado en este periódico que jugará en Akron, y el castellonense Sergio García.