Opinión
Guillermo Salmerón | Lunes 06 de julio de 2015
Parece casi imposible que Jordan Spieth logre en el mítico recorrido de St. Andrews su tercer major consecutivo tras el Masters y el US Open. Pero no creo que en el mundillo del golf haya nadie capaz de apostar un solo euro en su contra. Si hay alguien capaz de ganar otra vez un torneo tan grande como el Open Championship ese es el número 2 del mundo.
Uno de los grandes atractivos de este Open Championship que está a la vuelta de la esquina es el de saber en que estado de ánimo llega el jovencísmo Jordan Spieth alos links escoceses.
Con apenas 21 años y algunos meses, el ganador del Masters de Augusta y del Us Open sabe que una victoria en el Open Championship, en suelo europeo y en la cuna del golf, en St. Andrwes, sería una auténtica bomba de relojería para el golf mundial.
El Grand Slam sonaba a broma en su boca antes del Us Open pero ahora, tras ganar en Chambres Bay, parece que el golf mundial ya se toma muy en serio la posibilidad de que el tejano pueda lograr un sueño al que ahora sólo él puede optar. Es verdad que depende de si mismo para conseguirlo, de su juego pero también en un muy alto grado de su cabeza. Las cosas no son fáciles para nadie en St. Andrwes pero da la sensación de que para él van a ser más complicadas todavía por la autopresión que se pueda imponer.
A dos semanas para que se de el pistoletazo de salida del mejor torneo del mundo, en uno de los recorridos más singulares del universo, el morbo crece por ver enfrentarse por la lucha por la victoria al número 1 y 2 del mundo. Ninguno de los dos lo va a tener fácil, y los dos parten como claros favoritos. Sin embargo, un giro de última hora ha hecho que ese duelo salte por los aires. El norirlandés se ha lesionado su tobillo izquierdo jugando al fútbol y es duda para salir a jugar el jueves del torneo.
Ahora todo está en el alero y Jordan Spieth sale con algo de ventaja sobre quien partía como favorito a la victoria después de que en los dos Majors anteriores no hubiera "rascado bola".
Pero todavía quedan muchos rivales en el camino. Hombres como Stenson, Furyk, García y Oosthuizen -el último ganador en St. Andrews- y tantos otros que en absoluto se van a conformar con el favoritismo del norteamericano también tienen hambre de victoria, aunque de momento, y en casi todas las casas de apuestas es el ganador del Masters y el Us Open el gran candidato a levantar la Jarra de Clarete el próximo 19 de julio. Ya veremos.
Noticias relacionadas