Tiger Woods recupera la sonrisa

Tiger Woods ha completado un Greenbrier Classic con una nueva imagen. Sus 66-69-71 y 67 significan el mejor resultado desde el BMW Championship de 2013, y su ronda final sin bogeys es la primera sin errores desde el Barclays de ese mismo año.

A una semana del Open, Tiger Woods recupera la sonrisa. Su participación en el Greenbrier le ha devuelto la confianza con tres rondas por debajo de los 70 golpes, y una ronda final de 67 impactos y sin bogeys, la primera sin errores desde el Barclays de 2013. "Me he sentido cómodo con todos los palos", decía un Tiger muy contento después de coger 12 calles y 15 greenes en regulación. "Es mi mejor juego en mucho tiempo", reconocía el ex número uno del mundo.

Tiger ha insistido en que "las cosas no se arreglan con prisas. Se necesita tiempo. No es una solución a corto plazo". Se trata de un discurso que ha repetido una y otra vez pero que este año no estaba teniendo credibilidad. Con tras rondas por encima de los 80, un Us Open dramático, donde no pasó el corte con una primera ronda de 85 golpes, y una imagen muy pobre, Tiger ha mejorado esta semana y ha terminado en el puesto 32, pero se va con la sensación de haber ganado, "es como un gran paso y ahora hay que ir perfeccionando", dice.