Con menos horas de sueño debido a los problemas más sentimentales que deportivos, Tiger Woods afronta The Players con ciertas dificultades. "Es complicado y están siendo días duros. No he dormido estos tres días", asegura. En todo caso, llega al quinto grande, una prueba en el TPC Sawgrass, donde ha ganado dos veces, la última en 2013, con esperanzas.
El ex número uno del mundo asegura que ha cambiado algunas cosas para mejorar su swing, y que el juego corto está muy bien. Se siente con ganas de volver ala victoria, y recuerda los cinco triunfos de 2013, uno de ellos en The Players.
Woods reconoce que ahora le cuesta concentrarse debido a la ruptura con Lindsey Vonn una relación que ha durado tres años, y cuyo fin ha coincidido con el aniversario de la muerte de su padre. En todo caso, su energía llega tras anunciar su calendario para los próximos tres meses, una hoja deruta que le puede motivar para afrontar, entre otras cosas, los próximos Majors.
El propósito de Tiger es olvidar cuanto antessu horribleinicio de año, cuando no pasóel corte en Phoenix y se retiró del Farmers Insurance Open. El Masters de Augusta, con un puesto 17 y dos rondas bajo los 70 le ha dado cierto optimismo que ahora quiere seguir alimentando.