No parecía el día. Sergio García no tenía la cara de buenos amigos. Su primera vuelta parecía apagar la llama. Un birdie en el hoyo 2 mantenía encendido el fuego, pero después cinco bogeys le dejaban al par, perdiendo todo el trabajo hecho tras su tarjeta de 68 golpes el jueves.
Sergio comenzaba la segunda vuelta con pesimsmo, sin ganas, aparentemente, y con el gesto cambiado. No pintaba bien la jornada y el bogey del hoyo 13 le ponía con un total de +1, a un golpe del corte. No hubo más que decir. Sergio reaccionó como un verdadero campeón, con birdes en el 14 y en el 15, e incluso a pesar de otro bogey en el 16, eso no le impidió volver a restar con birdies al 17 y al 18, cinco hoyos mágicos que le devuelven a las mejores posiciones, restando dos golpes al campo.