El equipo inglés anuncia oficialmente que el piloto español estará presente en Malasia, señalando vagamente, como viene siendo habitual, una posible nueva causa que pudo motivar el accidente: "McLaren-Honda se complace en anunciar, a expensas de la definitiva valoración médica de la FIA el próximo jueves 25 en el circuito de Sepang, que Fernando Alonso regresará a la cabina de su MP430 para el Gran Premio de Malasia, este fin de semana".
Después de sufrir su accidente en Barcelona: "Fernando ha seguido un riguroso y especializado programa de entrenamiento, diseñado y estrechamente monitorizado por los mejores científicos deportivos para asegurar su seguridad y su oportuno regreso a las carreras", comentan en McLaren.
El piloto español ha estado practicando toda la semana con el simulador en el Centro de Tecnología de McLaren para ponerse al día en las novedades del chasis y la unidad de potencia del MP4-30, y analizando el accidente con sus ingenieros. El equipo dice no haber encontrado nada anormal en la telemetría, ni en las subsiguientes reconstrucciones, ni en los test de laboratorio. Fernando si recuerda que la dirección de su monoplaza se endureció antes del accidente, y en consecuencia el equipo ha incorporado al coche un sensor adicional para aumentar la captación de datos".
El último requisito médico que le queda por superar a Alonso es un test bajo la supervisión del delegado médico de la FIA, el francés Jean-Charles Piette y un examen de evacuación del habitáculo del monoplaza. El piloto, equipado con la vestimenta completa de competición debe desabrocharse el arnés de seguridad y retirar el volante, abandonar el coche y devolver el volante a su posición, en no más de diez segundos.