Profesionales

A dos pares de su noveno título

Opinión

Guillermo Artola | Martes 24 de febrero de 2015
El domingo faltó muy poco para que Sergio García nos deleitara con su novena victoria en el Circuito Americano, concretamente en el Northern Trust Open jugado en Riviera Country Club, California, en el que el castellonense estuvo a punto de ganar hasta el hoyo diecisiete de la cuarta jornada.

Si bien es verdad que en ningún momento se le vio cómodo con su juego y la parte del mismo que es tradicionalmente infalible, el driver y los hierros largos, dejó ver que es el comienzo de su temporada, Sergio tuvo el aplomo necesario para mantenerse arriba durante toda la semana, haciendo buenos resultados con un juego pobre, como sólo lo hacen las grandes figuras. 






En la primera vuelta del domingo parecía que el primer puesto se afianzaba cuando consiguió tres "birdies" en los cinco primeros hoyos. En el doce repetía el uno bajo par e, inmediatamente, perdía esa ventaja con un "bogey" en el trece. Así las cosas seguía con siete abajo que era un resultado ganador en el momento en que Dustin Johnson hacia "bogey" en el diecisiete y le abría la puerta a una victoria sin complicaciones. 

Llegó entonces Sergio a ese mismo hoyo y una sobre par le colocaba en situación de tener que disputar el desempate, pero aún con posibilidades de ganar el torneo. El dieciocho fue la debacle, pues volvió a fallar y el "bogey" le dejó fuera de toda posibilidad, y aunque parezca un contrasentido, las declaraciones de García tras este desgraciado final me han convencido más que su juego de toda la semana, ese juego por el que casi todos los aficionados daríamos la vida de nuestro vecino o, si me apuras, un dedo del pie que no influya para el "swing". 

Dijo Sergio que no se merecía la victoria porque había jugado mal, y esas palabras me parecen las de un ganador, las de alguien que no busca excusas y sabe que habrá momentos en que juegue bien y sí merezca ganar. No me gustó cuando nuestro primer golfista aseguró que creía que su juego no era suficiente para ganar un Grande, y esto lo hizo tras un Masters decepcionante, si no recuerdo mal, porque entonces creí que eran las declaraciones de alguien que no merece más. No vale quejarse de mala suerte, que a todos les toca alguna vez, de campo injugable, que es el mismo para todos los participantes, o de todo lo que suene a disculpa. 

Muy distinto es que alguien tenga una mala semana o se le descoloque una parte del juego largo, del pat o de los hierros, que es algo que puede volver al nivel habitual con entrenamiento. Eso es lo que creo que le ha pasado a Sergio y espero que este año nos ofrezca su mejor versión. Aquí estaremos para verlo y contarlo y no dejaremos nunca de desearlo sin presionarle.

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