Las alarmas del golf espectáculo han sonado con toda su fuerza. El Waste Management Phoenix Open ha comunicado que por motivos de seguridad los jugadores y los caddies no podrán lanzar balones a la grada, una de las tradiciones de este hoyo en una prueba que coincide con la Superbowl.
En un año en el que vuelve a participar Tiger Woods, la prueba, de finales de enero, es una de las más espectaculares por la fiesta que se organiza en la grada, sobre todo en el 16 de Scottdale, un par 3 que más parece un estadio de fútbol que un campo de golf.
En ese hoyo, jugadores como Phil Mickelson, Bubba Watson o Rickie Fowler aprovechaban para animar a la grada lanzando balones, e incluso Padraig Harrington pateó un balón en la edición de 2013 al más puro estilo del fútbol americano. Ya el año pasado se prohibieron las carreras de caddies. Ahora, la prohibición de estas prácticas podrían "cortar el rollo" más a un espectáculo que se sale de la seriedad de un deporte que necesita de estos atractivos.